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La CUP no entra por ahora en el gobierno de Tarragona pero deja la puerta abierta a un acuerdo

Los anticapitalistas no se cierran a seguir negociando pero piden a ERC y En Comú Podem que lo hagan conjuntamente y no por separado como hasta ahora

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En el grupo municipal de la CUP del Ayuntamiento de Tarragona se le ha acabado la paciencia, después de un mes y medio de conversaciones con ERC y ECP para estudiar la posibilidad de incorporarse al gobierno de la ciudad. No cierra la puerta a abrir una segunda ronda de negociaciones, pero tira la pelota al tejado del gobierno para que sean sus responsables quien decidan si continúan los contactos o, al contrario, mantienen un pacto en dos. Después del nuevo posicionamiento expresado por la CUP en rueda de prensa celebrada hoy por la mañana, el gobierno municipal de ERC y EPC ha informado de que no entraría a valorar la nueva situación política en el consistorio tarraconense y ha optado por mantenerse en silencio, decisión que no deja de sorprender teniendo en cuenta el tiempo que hace que las tres formaciones iniciaron los contactos para abordar la opción de hacer un gobierno tripartito.

La portavoz de los cupaires en el Ayuntamiento, Laia Estrada, ha escrito en un tuit que «la CUP hace tiempo que se decidió, concretamente un mes y medio, pero se ha cansado de tirar del carro». En este mismo sentido se ha referido la también concejala anticapitalista Eva Miquel, quien ha dicho que «la CUP es proactiva, pero cerramos la puerta de la primera fase de negociaciones y ahora es el gobierno quien tiene que tomar una decisión, y así lo hemos comunicado». Miguel ha explicado que el gobierno está formado y, en consecuencia, a partir de ahora «no negociaremos con los dos partidos, sino con el gobierno». La concejala ha añadido que «si ellos -ERC y ECP- nos piden negociar como partidos, lo tendremos que valorar, porque somos flexibles».

Marc Ferré, militando de la CUP y persona que ha participado en las conversaciones, ha dicho que «después de la etapa oscura de Ballesteros, pensamos que había una posibilidad de cambiar y dimos apoyo a Pau Ricomà a cambio de cinco puntos», entre los cuales «paralizar el proyecto de la Budellera y el plan de Ikea, hablar de los pisos vacíos, de la limpieza o de presupuestos participativos». Ferré ha recordado que «establecimos un plazo hasta antes de agosto». «El proceso se ha dilatado, cosa que nos ha sorprendido», ha añadido Ferré, quien ha apuntado que «el borrador está casi hecho». Reconducir las negociaciones «está en manos del gobierno», ha insistido.

Resultado de la asamblea abierta

La CUP celebró el lunes una asamblea abierta para conocer la opinión de los militantes y simpatizantes. Eva Miguel ha explicado que se sometieron a votación tres puntos: «Dar por rotas las negociaciones, mantener la fase actual de unas conversaciones en que la CUP ha llevado la iniciativa o dar por finalizada la fase de conversaciones y abrir la puerta a una nueva para negociar con el gobierno y que este lleve la iniciativa y diga cuál puede ser el encaje de la CUP». Miguel ha remarcado que la asamblea abierta se decantó por el tercer punto propuesto. «Hemos hecho un esfuerzo, no se ha cerrado nada y, desde ahora, es el gobierno que nos tiene que decir qué quiere hacer». La concejala ha añadido que «la CUP mantiene su ideal de transformar la ciudad y está abierta a todo lo que suponga el progreso de Tarragona».

Preguntada porque se han dilatado las negociaciones, como ha asegurado Ferré, Miguel ha dicho que «esta pregunta se le tiene que hacer al gobierno: la CUP ha intentado dar todos los pasos posibles». La concejala ha remarcado que, en las conversaciones del último mes y medio «hay puntos de acuerdo, otros que se tienen que matizar para llegar a acuerdos y otros donde quedan flecos». «Se ha hecho mucho trabajo», ha subrayado. En este contexto, Ferrer ha indicado que «la idea es seguir negociando, pero de otra manera», y ha lamentado que, en algunos momentos de las conversaciones, «parecía que había más interés por nuestra parte de entrar en el gobierno que de los partidos que lo forman, y lo que pedimos ahora es que hagan propuestas concretas». Por su parte, Miguel no ha dudado a decir que «la CUP puede hacer un buen trabajo desde la oposición, como en los últimos cuatro años en que ha desenmascarado la corrupción». La concejala ha apuntado que «el gobierno está en minoría y la CUP no entraría con una posición de fuerza, lo haría por responsabilidad».

El nuevo cartapacio

La decisión del gobierno municipal de cambiar el cartapacio por segunda vez en 44 días, anunciada el lunes, también ha sido motivo de comentario en la rueda de prensa de los cupaires. Miguel ha declarado que «las modificaciones son habituales, pero nos ha sorprendido porque hace un mes que el gobierno tiene nuestra propuesta de reforma de cartapacio y no nos ha hecho llegar la suya». «Seguimos esperando una respuesta al documento que les presentamos», ha remarcado.

El lunes, antes de que la CUP celebrara la asamblea en el Casal Sageta de Foc, el concejal republicano Jordi Fortuny manifestó a esta redacción que «estamos abiertos a hacer más reuniones y, también, abiertos a hacer más cambios en el cartapacio si la CUP entra a formar parte del gobierno, y se lo hemos dicho».

La CUP plantea la elaboración de un cartapacio sensiblemente diferente, con la creación de tres nuevas áreas y que estas pasen de seis a nueve. Las nuevas áreas tratarían, de manera más específica, asuntos sociales, la radicalidad democrática y el medio ambiente.

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