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El Complex Educatiu de Tarragona, la nueva casa del CBS Wolves de béisbol

El club entrenará en un antiguo campo de fútbol de las instalaciones que gestiona la Generalitat

El viernes, los jugadores del Wolves hizo los primeros bateos en su nuevo campo en la Laboral.

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El empeño de Marc Sangüesa, fundador del primer equipo de béisbol de la provincia, no ha decaído nunca. El pasado febrero, conseguía federar a su club, el CBS Wolves, un primer paso para consolidar su proyecto pionero. La semana pasada, Sanguesa, de 28 años, llegaba a un acuerdo con el Departament de Ensenyament de la Generalitat para entrenar en el Complex Educatiu, un paso de gigante que asegurar la estabilidad y el futuro del club.

Unos 80 chicos y chicas integran el Wolves, un club de béisbol y softball, un deporte similar. Fundado el 2017, los jugadores entrenaban donde podían, principalmente en el cauce del río Francolí y en descampados. Ahora, el club entrenará en el conocido como campo de las flores, un antiguo campo de fútbol de la Laboral.

Sangüesa agradecía hace unos días, entusiasmado, el «gran esfuerzo» que han hecho desde el Complex Educatiu. Hace dos semanas, una reunión con el director territorial de Ensenyament, Jean-Marc Segarra, y representantes del complejo, servía para llegar a un primer acuerdo a través del cual el club alquilará el campo. «Estamos muy contentos, lo necesitamos para ser más competitivos y asentarnos», explica. Finalmente ha sido la Generalitat quien ha encontrado un campo, después de que, en el anterior mandato, el Ayuntamiento no les ofreciera ninguna solución viable. En un primer momento, la concejalía de Deportes exploró la posibilidad de habilitar un espacio en la Anilla Mediterránea, pero lo acabó descartando porque, según el consistorio, el proyecto suponía una inversión de 100.000 euros que no podían asumir.

Los jugadores celebran el fin de una larga travesía de un año y medio en la búsqueda de un campo. Los integrantes han empezado a acondicionar el espacio barriendo la maleza y moviendo la tierra. También cortarán un grupo de eucaliptos, que compensarán plantando nuevos en otra zona.

El viernes, los jugadores bateaban en la que será su nueva casa. En unos días, está previsto que club y Generalitat firmen un convenio de colaboración. Segarra explica que, en el futuro, el club podría impartir cursos en el Instituto Cal·lípolis de formación profesional, una idea que Sangüesa también encaja positivamente. El fundador de los Wolves cree que, ahora que tienen campo para entrenar, el número de jugadores se incrementará. De momento, la federación les ha cedido una red para practicar el bateo, la principal carencia entre los jugadores, muchos de ellos de origen latinoamericano provenientes de países donde el béisbol es muy popular como Cuba y Venezuela. Sangüesa sueña con plantar césped para tener un campo olímpico. Quizás en unos años, quién sabe, el Wolves consigue competir en división de honor, la máxima categoría del Estado.

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