El nuevo equipo de gobierno municipal descarta incorporar Junts per Tarragona

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tarragona se ha reunido este lunes por primera vez para profundizar en la organización definida a raíz del acuerdo de gobierno entre ERC y En Comú Podem. El nuevo portavoz, Xavier Puig, ha avanzado que la primera acción «emblemática» y «política» del alcalde, Pau Ricomà, será visitar las escuelas de la ciudad. El nuevo equipo quiere «redirigir las dinámicas equivocadas» y «la carencia de coordinación» entre áreas del último mandato. Puig ha reconocido que el gobierno tiene «pocos miembros» -siete de ERC y dos de ECP- y que necesitará «mucha colaboración» externa para ser «más fuerte», por lo cual ha extendido la mano a la CUP. «No tenemos prisa, pero la CUP nos haría más fuertes», ha reconocido Puig, quienes también ha explicado que, a estas alturas, un acuerdo con Junts «no está sobre la mesa».

El Salón de los tarraconenses y tarraconenses ilustres ha acogido este lunes la primera reunión del nuevo ejecutivo local para organizar las áreas y el reparto de funciones acordado la semana pasada. A partir de aquí, los tenientes de alcalde visitarán los trabajadores municipales de las respectivas consellerías y empezarán a trabajar.

Puig ha explicado que, más allá de las juntas de gobierno, habrá reuniones de pequeño formato entre los dos socios del ejecutivo «para ir limando la coordinación». Precisamente, según el nuevo equipo de gobierno uno de los problemas de los últimos años ha sido la falta de coordinación y de comunicación entre varios departamentos, que ahora se quiere revertir. «Queremos hablar mucho entre nosotros, tejer muchas complicidades e involucrarnos los unos con las áreas de los otros», ha expuesto.

«Somos relativamente pocos miembros y tenemos mucho trabajo, y por eso necesitaremos mucha colaboración más allá del gobierno», ha avisado el portavoz del gobierno y tercer teniente de alcalde, Xavier Puig (ERC). Por este motivo, ha insistido que están dispuestos «a hablar con todo el mundo» y a dialogar con la oposición.

En este sentido, Puig ha dicho que, a pesar de que no tienen prisa, pronto se volverán a reunir con la CUP porque con los anticapitalistas el gobierno sería «más fuerte». Por el contrario, ha dicho que la opción que Junts prr Tarragona acontezca nuevo socio «ahora mismo está lejos y no está sobre la mesa, pero es una cuestión que decidirá el gobierno».

El gobierno de Ricomà prevé hacer una auditoría de aquellas áreas que lo requieran y mejorar la participación de los vecinos y de las entidades con iniciativas como los Consejos de Distrito. «Hasta ahora teníamos un ayuntamiento demasiado cerrado en si mismo y ahora queremos que se vea que está abierto. Queremos que las entidades puedan tener protagonismo en la gobernanza de la ciudad, de manera estable y formal», ha detallado.

El también regidor de Urbanismo ha señalado que el objetivo en este ámbito es «llenar Tarragona de vida, mejorar los espacios públicos, hacerlos habitables, regenerar la ciudad y preservar los espacios naturales». Además, Puig ha avanzado que la primera acción simbólica que hará el alcalde, Pau Ricomà, es visitar las escuelas de la ciudad para conocer cuál es el mantenimiento de las equipaciones y para evidenciar el mensaje social que quiere transmitir.

«No vayamos con la idea de tumbar todo lo qué ha hecho el anterior gobierno; sino de construir, cambiar y redirigir las dinámicas que creemos equivocadas», ha asegurado el portavoz del ejecutivo. Además, Puig ha dicho que redistribuirán pero no ampliarán los cargos de confianza, y que todavía no han tomado ninguna decisión respecto de los gerentes de las empresas municipales.

La movilidad sostenible y que priorice los peatones, y el estado del patrimonio, son otros temas prioritarios para el gobierno. «Sabemos que tenemos una responsabilidad y que no podemos fallar. Lo que tenemos de inexperiencia de gobierno lo tenemos en equipo y en ilusión, y tenemos que transformar esto en hechos», ha afirmado Puig.

En cuanto a la colocación de pancartas de apoyo a los «presos políticos» o lazos amarillos a la fachada del consistorio, a pesar de mostrarse partidario el alcalde mantiene la voluntad que las decisiones en esta materia se sometan a la votación del plenario.