Diari Més

El PSC ofrece a Junts per Tarragona un acuerdo de gobierno para investir a Ballesteros

Nadal descarta un gobierno con ECP porque no sería su espacio político y apuesta para que la militancia decida hoy si apoya la investidura de Ricomà

Fotografía de familia de los concejales del mandato 2015/2019, hecha ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento, con algunas ausencias.

El PSC ofrece a Junts per Tarragona un acuerdo de gobierno para investir a BallesterosAjuntament Tarragona

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El PSC ha ofrecido a Junts per Tarragona un acuerdo de gobierno para reelegir a Josep Fèlix Ballesteros como alcalde de Tarragona. Según señalan fuentes de la lista independentista, Esquerra Republicana también flirtea con la candidatura de Dídac Nadal, pero, en este caso, el acuerdo que ofrecen los republicanos no va más allá de la investidura. El voto afirmativo de los tres concejales de Junts per Tarragona es indispensable para que el republicano Pau Ricomà gane la investidura de este sábado 15 de junio. Ricomà tiene el sí de la CUP y En Comú Podem Tarragona y, aunque es previsible que Nadal facilite la alcaldía a Ricomà, el partido todavía no lo ha hecho oficial y se espera que lo confirme hoy después de una reunión con sus militantes.

Fuentes de Junts per Tarragona descartan, seguro, entrar en un gobierno donde estén los comunes. Aseguran que no es su espacio político y apuestan por convertirse en socio de gobierno durante la legislatura en lugar de En Comú. Creen que la legislatura puede ser lo bastante abierta para que se den estas circunstancias. En cuatro años, señalan, puede pasar cualquier cosa.

Ballesteros prefiere no comentar el contenido de las conversaciones con Junts per Tarragona y afirma que seguirá hablando con «todo el mundo» y que «todo está abierto». La número 2 del PSC, Sandra Ramos, descarta que se haya producido ninguna reunión formal con el equipo de Nadal, aunque sí que admite conversaciones «informales». Sin embargo, Diari Més tiene constancia, que, en efecto, la oferta de gobierno por parte de los socialistas se habría producido.

A pesar del nítido portazo que recibieron los socialistas por parte de los comunes, que el lunes decidieron en asamblea por una abrumadora mayoría votar a favor de Ricomà, desde el PSC aseguran no tirar la toalla. «No agotamos ninguna vía con los comunes», afirmaba ayer el mismo Ballesteros a este diario. «Hasta que la vía de los comunes no se haya agotado no abriremos ninguna otra vía de negociación», insistía Ramos, a dos días del pleno de la investidura en la plaza de la Font.

El escenario más plausible, sin embargo, a 48 horas de la votación del futuro alcalde de la ciudad, es que Tarragona tendrá un alcalde independentista 80 años después de que Jaume Pena Castelló, también de ERC, dejara de serlo en 1939 cuando las tropas franquistas ocuparon Tarragona.

Mientras se producen las últimas reuniones entre los equipos negociadores de las diferentes formaciones (ayer ERC se reunía con los comunes y los comunes también lo hacían con la CUP) todavía no está claro si Ricomà es partidario de un gobierno a dos con los comunes o con más socios. Las grandes diferencias ideológicas que separan a la CUP y Junts per Tarragona hace difícil creer en un gobierno en que estos dos actores políticos convivan. El proyecto urbanístico de la Budellera es, seguramente, uno de los principales puntos que alejan los neoconvergentes de ERC, la CUP y Comuns, partidarios de frenarlo.

Ayer, la número 1 de la CUP, Laia Estrada, no descartaba entrar en un gobierno encabezado por el candidato republicano. Después del último plenario de la legislatura, Estrada explicó que, para los anticapitalistas, lo más importante es «desarrollar aquel papel que sea de más utilidad para que en Tarragona haya un cambio en profundidad». La formación independentista valorará, a partir de negociaciones con los partidos y con asambleas con la militancia, si lo pueden impulsar con más fuerza desde el ejecutivo o desde la oposición. ERC y la CUP se reunían ayer para recibir una confirmación por parte de los republicanos de los cinco puntos que la CUP puso sobre la mesa para votar la investidura de Ricomà como la renuncia a la Budellera y un estudio de la calidad del aire, entre otros.

Dispuestos a gobernar

Los cupaires plantearon ayer su voluntad de ser un agente activo en «un cambio real en Tarragona» y que «se han explorado las posibilidades de pacto teniendo en cuenta una serie de cuestiones». Valoran positivamente el encuentro con ERC, pero enfatizan que sólo se trataba de una primera reunión de trabajo. Ahora proponen nuevas apuestas para negociar como «acabar con los privilegios de la Iglesia y las exenciones del IBI de las que se beneficia, las municipalizaciones de los servicios externalizados en el Ayuntamiento y la personación del Ayuntamiento en casos de corrupción como el parking Jaume I», apuntan.

Desde la CUP aseguran que no quieren «sillas», sino impulsar un cambio profundo. «Si lo tenemos que hacer desde el gobierno porque es posible encontrar un acuerdo político, lo haremos; y si tiene que ser desde la oposición para que sea un cambio más sólido, lo haremos», insiste Estrada. Sin embargo, los cupaires tienen claro que las conversaciones y el proceso de reflexión interna que tienen que hacer para valorar las opciones no serán cosa de pocos días y, es por eso, que Estrada descarta un acuerdo de gobierno antes del pleno de investidura de este sábado 15 de junio.

tracking