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Salud

Protección 50, también a la hora del patio

La Escola Arrabassada de Tarragona ha puesto en marcha la rutina de la protección solar a la hora del comedor

Las monitoras ayudan a los pequeños a protegerse.

Protección 50, también a la hora del patioGerard Martí

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En la escuela Arrabassada de Tarragona se quedan a comer cada día más de 350 niños y niñas. El centro está formado por un conjunto de barracones en torno a un patio, una pequeña pista y un bosquecillo donde los niños juegan en las horas fuertes de sol sin estar pendiente de buscar las sombras.

Desde el mes de abril, la empresa responsable del servicio de comedor de la escuela, EnXarxa, han puesto en marcha una nueva rutina con los niños: la aplicación de protector solar a las partes del cuerpo no cubiertas por la ropa antes de comer. La iniciativa, explica Ainhoa Indart, responsable del servicio, surgió después de que una familia hiciera donación de unos tarros de protección solar a la escuela, y el equipo de maestros se lo ofreciera, dado que las horas del mediodía son las más fuertes con respecto a la afectación de los rayos ultravioletas. «Eso coincidió con el hecho de que cada vez más familias nos manifestaban su preocupación por la exposición al sol de los niños, y nos pedían sobre la posibilidad de aplicarlos crema al mediodía», explica Indart.

Es por eso que desde P3 hasta 6º, todos los niños se aplican un protector SPF 50+ –es decir, de muy alta protección– antes de comer. Una rutina, detalla a la responsable, que ha sido más fácil de implementar de lo que se habían imaginado: «los pequeños han incorporado el hábito muy fácilmente, ahora ya lo hacen solos, o unos se lo hacen a otros. Los mayores, por su parte, también han entendido que es un hábito rápido y fácil de hacer».

Laia Pastor, dermatóloga del Hospital Juan XXIII y madre de dos hijos que estudian en la Arrabassada, detalla la importancia de proteger la piel en esta etapa de la vida: «la piel del niño es la más vulnerable de todas. Nuestra piel tiene memoria, y acumula las mutaciones que produce la ultravioleta sobre el material genético. A lo largo de los años van apareciendo manchas y arrugas, pero también lesiones premalignas, precancerosas o, directamente, tumores: carcinomas o melanomas, uno de los más agresivos. Protegiendo la piel de los niños estamos haciendo una gran inversión en la salud de esta población que después será adulta, porque prevenimos que tengan muchísimos problemas en la piel a veinte o treinta años vista». La dermatóloga explica que, además de proteger la piel de los niños, hay que hacerlo correctamente, con una crema de factor cincuenta, aplicada de forma generosa por todas las partes del cuerpo que quedan al descubierto, sin olvidar zonas como la nuca o el escote.

«Es una buena medida y sería bonito que esta iniciativa tuviera un efecto mariposa, que este pequeño latido de alas provocara una reacción en cadena en otras escuelas. Como profesional, cada día que visito, diagnostico cáncer de piel. Invertir en proteger estas edades es una inversión para toda la vida. Los niños lo acabarán asumiendo como un hábito, y quizás a la larga conseguiremos que baje la incidencia del cáncer de piel, porque a día de hoy es todo el contrario, está creciendo de una manera exponencial. Y cada vez lo diagnosticamos en gente más joven», concluye.

Niños y niñas de la escuela Arrabassada aplicándose protección solar antes de salir a comer.

Protección 50, también a la hora del patioGerard Martí

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