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Vecinos de Ponent y comercios trabajan juntos para recoger alimentos básicos

La iniciativa se llama Banc Obrer y funciona desde el pasado noviembre con entre 15 y 20 familias de la zona

Miembros del Banc Obrer se dedican a recaudar alimentos y a darlos a quien los necesita.

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Entre quince y veinte familias de los barrios de Torreforta, de Campclar y de la Granja se han organizado para intentar cubrir sus necesidades básicas. Con una crisis económica que todavía hace estragos en algunas comunidades, en noviembre el colectivo Front Obrer repitió en esta zona de Tarragona una iniciativa que ya existe en Valencia, Madrid o Barcelona: el Banc Obrer. Huyen del concepto «caridad» y son los mismos que necesitan la ayuda los que se organizan para conseguirla montando mesas de recogida de alimentos delante de supermercados. Algunos de ellos actualmente no tienen esta necesidad, pero tal como afirma su portavoz, David, «sabemos que hoy lo necesitará uno y mañana lo podrá necesitar otro». Desde hace una semana, además, han empezado a colaborar con una decena de establecimientos comerciales del barrio.

Cuentan con la ayuda, al mismo tiempo, de la Associació de Veïns La Granja. Hacen asambleas cada dos o tres semanas y las entregas de las bolsas de productos básicos se hacen también en este periodo de tiempo, eso sí, con una recogida a la semana. Por una parte, dan una bolsa de alimentos básicos –pasta, arroz, galletas, aceite, leche, garbanzos o zumos– y, por otra parte, una que tenga que ver con las necesidades particulares de cada familia –puede haber compresas, hielo o incluso en alguna ocasión pueden poner chocolate. «Nos adaptamos a las necesidades de cada familia», asegura la organización.

Comercios

La colaboración con los comercios, de momento nueve adheridos, se concreta en qué permiten dejar una hucha para ir recaudando dinero. Una vez recogida la cantidad que consideran necesaria, compran los productos que les faltan y que permiten dar también alimentos que tengan fecha de caducidad más corta, especialmente carnes y pescado. En el caso de Barcelona, detalla David, uno de los integrantes, «incluso se ha conseguido que se den gambas».

«De esta manera podemos aspirar a otros tipos de productos», asegura. Eso, sin embargo, revierte también en el fomento del consumo en el pequeño comercio, ya que descartan colaborar con las grandes superficies. Los clientes son informados por el mismo tendero y con el dinero recaudado se consume.

Un proyecto de más largo alcance

Aunque ahora mismo el proyecto consiste en un banco de alimentos, su idea es más ambiciosa. En otras ciudades donde el proyecto tiene más rodaje –el Banc Obrer de Tarragona existe desde noviembre– se han impulsado actividades deportivas, paran desahucios, asesoran y se organizan en torno a cuestiones laborales, entre otros. «En definitiva, una alternativa que defienda a los trabajadores», dice David.

Son unGran Recaptesin espónsores empresariales, cotidiano y sin la figura del «voluntario» y el «receptor de ayuda»: todos forman parte del mismo colectivo y se ayudan mutuamente. Aunque ahora tan sólo están presentes en estos tres barrios, se están planteando ampliarlo en otros como Sant Pere i Sant Pau o incluso el centro. «En el centro es más difícil acercarse a la gente, a diferencia de los barrios», afirman. Pero están abiertos a nuevas colaboraciones, tanto de la Granja, Campclar y Torreforta como del resto de la ciudad. Eso sí, quien quiera formar parte tendrá que trabajar de manera colectiva: es la diferencia entre «solidaridad» y «caridad», alertan.

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