Diari Més
Núria Serrano

Directora del Festival Minipop

«Es muy bonito ver cómo los niños se han ido haciendo suyo el Minipop»

La novena edición del festival de música se celebrará en el Passeig de les Palmeres de Tarragona del 31 de mayo al 2 de junio

La directora del Minipop en el paseo de las Palmeres.

«Es muy bonito ver cómo los niños se han ido haciendo suyo el Minipop»Gerard Martí

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—El Minipop finalmente se hará en el Passeig de les Palmeres, aunque el año pasado anunciasteis un cambio de ubicación.

—Sí, el año pasado la ubicación se salvó por los pelos, y nos dijeron que este año no se haría aquí. Pero milagrosamente podemos repetir. Y nos hace felices, porque la gente también lo quería así. Aunque hay quien nos dice que este espacio nos ha quedado pequeño, nos gusta hacer un festival a nuestra medida, artesanal, y este lugar es perfecto para eso. El año pasado dimos muchas vueltas y no encontrábamos un espacio mejor.

—¿Cómo será el Minipop 2019?

—La principal novedad es que nos hemos inspirado en la obra de una artista contemporánea japonesa, Yayoi Kusama. Nos hace mucha ilusión porque nos ha abierto muchas posibilidades. Todo el equipo ha indagado mucho en su biografía y obra, y en todos los espacios del festival habrá referencias inspiradas en ella. Pienso que dará un punto diferente.

—Poco a poco el Minipop se ha ido perfilando como un festival que da mucha relevancia a la creación artística.

—Sí, el eje es la música, pero con la asociación Tecletes nos dimos cuenta de que compartíamos intereses culturales en el sentido más amplio, y los hemos ido incorporando al festival. Esta es una parte que nació como un complemento y ahora tiene un valor muy grande. Si miramos las nueve ediciones, vemos que han pasado muchos artistas que ahora son conocidos en Tarragona. Han hecho talleres con los niños y los padres los han podido conocer. En Tarragona tenemos la Escuela de Arte y Diseño, y cada año sale gente muy potente que hace cosas brillantes. Nos gusta descubrirlos y reivindicarlos, porque esta también es la esencia del Minipop. Por otra parte, este año también habrá mucha poesía, con el recital de Meritxell Cucurella-Jorba y el Amat Baró, un taller de poesía y danza y la actuación de El Pèsol Feréstec, que también recitan mientras tocan. I Manuel Moranta nos presentará un libro de poesía visual, que quizás está más enfocado a los adultos, pero como todo el Minipop, también puede ser atractivo para los niños.

—La apuesta del festival de dirigirse a los niños sin infantilizar los contenidos es una de las esencias del Minipop. ¿Tuvisteis muy claro desde el principio que tenía que funcionar?

—Lo teníamos claro. A veces, lo más difícil es superar las barreras que imponemos los propios padres, pero con los años el público se ha ido dando cuenta de que disfruta infinitamente con las propuestas. Si la película que los niños ven en el Minipop es interesante, les es igual si es en inglés o en chino. Y una de las cosas que tiene este festival, también, es que según la edad, cada uno se lleva una cosa u otra. Este también es el espíritu del Minipop y compartirlo nos hace mucha ilusión.

—Echamos una ojeada al cartel musical. Hay muchos estrenos.

—Es un cartel bestial en este sentido. Cuándo empezamos a configurar el cartel del Minipop, no se sabe si los músicos tendrán disco o estarán a punto de sacarlo. Pero este año ha coincidido en que la mayoría de los músicos que vienen presentan discos. Quimi Portet, Rombo, el Petit de Cal Eril, El Pèsol Feréstec... Al final será como un festival de estrenos.

—Y con Carlos Sadness como cabeza de cartel.

—Estamos muy contentos, porque él ya está a otro nivel, hace muchas giras por América latina, agotando entradas por todas partes donde va, y estamos muy agradecidos que haya aceptado, porque este es un festival muy pequeño. Carlos Sadness está acostumbrado a actuar en macro festivales, en condiciones muy diferentes. Aquí no tenemos ni camerinos... Estamos muy contentos cuando el músico hace el esfuerzo de venir.

—Habéis llegado a los nueve años y desde el principio habéis explicado que habéis tenido que picar mucha piedra para tener el apoyo del Ayuntamiento de Tarragona. ¿Todavía picáis?

—Los últimos dos años, en los que hemos trabajado con el Patronato de Turismo, han sido los primeros que hemos tenido un entedimiento, pero porque han sido muy claros desde el principio. Sin embargo, nos exigen mucho, y nos comparan con otros festivales que tienen una financiación pública treinta veces mayor que el nuestro. Y no es sólo cuestión de dinero, sino sobre todo de que te valoren. Cada año tenemos que volver a empezar desde cero, y el año que viene no sé qué pasará. Pero como es el décimo aniversario, ya hemos dicho que, si conviene, buscaremos un descampado y haremos una fiesta para el público y el equipo que ha venido en todas estas ediciones.

—¿Ahora que haréis los diez años de vida pensáis que ya se puede hablar de una ‘Generació Minipop’?

—Sí, y nos hace muchísima ilusión. Una de las cosas que queremos hacer el próximo año es una exposición de retratos de gente que ha ido creciendo con el festival. Hemos visto niños que eran pequeños y ahora son adolescentes, gente que un año ves embarazada y al año siguiente vienen con el bebé... Hay muchos niños que ya se sienten el festival Minipop muy suyo, y eso nos hace seguir. Ver como la gente espera el festival, que todo el mundo aporta cosas y está contento, es mucho bonito.

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