Viñuales ofrece un «gobierno de técnicos» que sepa «vender» Tarraco
El alcaldable por Ciudadanos promete no subir los impuestos y hacer de la ciudad a una «potencia turística y comercial» para atraer a más visitantes
Un «gobierno de técnicos» para gestionar los diferentes ámbitos de Tarragona. Rubén Viñuales, candidato de Ciudadanos a la alcaldía de la ciudad, ofrece el próximo 26 de mayo, un equipo de gobierno formado por «gente preparada que sepa de lo que habla». Uno de los principales objetivos: convertir la ciudad en «la mejor de Cataluña» potenciando su patrimonio histórico.
Al día siguiente de la resaca del 28-A en que el partido naranja fue la tercera fuerza más votada (también en la provincia), Viñuales se lanzaba, ayer, a presentar su candidatura calentando motores de cara a la campaña de los comicios municipales que arranca el 10 de mayo. Ciudadanos escogió la Rambla Nova donde, desde un pequeño escenario, cada candidato cargaba un gran dado con una de las letras del eslogan electoral: «La Tarragona de todos».
«Aquí no verán a ningún político profesional, verán profesionales haciendo política. ¿Revolucionario verdad?», explicaba ayer Viñuales ante unos 80 simpatizantes.
Ciudadanos promete una ciudad más «dinámica» y centrarse en acabar con los numerosos locales vacíos, concentrados sobre todo en el centro. «Tenemos que ayudar a las personas que quieren abrir empresas», señalaba el candidato, quien aseguró que miles de cruceristas de 27 embarcaciones se encontrarán «la ciudad cerrada». El Ayuntamiento anunció hace dos semanas que estudia permitir a todos los locales que puedan abrir, también los domingos, cuando llegan muchos de los visitantes.
Viñuales censuró la política de gestión del patrimonio del gobierno socialista de Josep Fèlix Ballesteros. «Tienen cerrado nuestro patrimonio cuando vienen los turistas y echan 20 trabajadores del museo», afirmó, en referencia al despido de estos profesionales (contratados de manera temporal), que denuncian la «ilegalidad» de los mismos.
El candidato prometió contratar de nuevo a este personal en caso de convertirse en el próximo alcalde de Tarragona y cree que la ciudad puede atraer a más visitantes haciendo de la ciudad a una «potencia turística y comercial, una de las grandes obsesiones que tendremos». Viñuales apuesta por dedicar más recursos para gestionar el patrimonio histórico de la ciudad. Para ilustrarlo, comparó la recaudación de las entradas de la Catedral, a través de una empresa, de 1 millón de euros el año y los ingresos, según él, de todo el conjunto patrimonial de 830.000 euros. Además, cree que la ciudad no es conocida porque la ciudad no se sabe «vender».
Viñuales presumió de haber conseguido «arrancar» a Ballesteros «contra su voluntad» 2 millones para el Plan de Barrios y se comprometió a no subir los impuestos y que, estos, tengan un retorno real hacia la ciudadanía. El candidato expuso que firmará las promesas elecotrals ante un notario para que no caigan en el olvido.
En la fotografía de familia de la lista destacaba, al lado del alcaldable, el número 2, Francisco Domínguez, diputado en el Parlament. La concejala Sònia Orts repite como candidata y es la numero 3. Lo acompañan José Luís Calderón (4), Asunción (Titón) Sancho (5), Sònia Angela Mateo (6), Lorena de la Fuente (7) y Darío Ballesta (8). Por el camino se han quedado a Pedro Sánchez, que abandonó el partido después de que Viñuales le comunicara que no contaba con él y Beatriz Pérez, exconcejala de Cs, que ha estado desde 2017 en el grupo mixto, donde Sánchez entró hace unas semanas.
Rubén Viñuales, rodeado de sus candidatos, en la Rambla Nova.