La Escuela Saavedra forma aplicando las nuevas tecnologías y la robótica

La Escuela Saavedra es pionera en Tarragona en la enseñanza a partir de la aplicación de las nuevas tecnologías y la robótica, en el marco del programa Magnet, de la Fundació Jaume Bofill. La participación de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la URV es fundamental en un proyecto dirigido a niños de 3 a 12 años. Esta semana, los alumnos han estrenado siete paneles interactivos donde aprenden desde matemáticas a historia de la ciudad de Tarragona.

Leonor Franch, directora del centro, informó a esta redacción que por mediación del proyecto de la Fundació Jaume Bofill «los niños –de P3 a sexto de Primària- utilizan la tecnología para trabajar todo su currículum escolar». Como ejemplo, Franch explicó que «los alumnos tienen que construir un coche con un dispositivo especial, y este tiene que hacer figuras geométricas a partir de las órdenes que recibe». «Con los robots que hacen, tienen que analizar los problemas que surgen en su construcción y los tienen que resolver», añadió. Por otra parte, desde las siete pantallas interactivas los alumnos «pueden ver cómo ha evolucionado la ciudad de Tarragona y como era la Tarraco romana», apuntó la directora de la escuela.

Franch comentó que «hace dos años que trabajamos con tecnología y robótica, pero es este curso que aplicamos este proyecto de la Fundació Jaume Bofill que es troncal, el nuevo punto de partida del centro y el eje que conducirá toda la metodología». Para hacerlo posible, la fundación se ha encargado de formar a todos los profesores de la escuela. «El proyecto es a cuatro años», remarcó Franch. La colaboración del ETSE en este ámbito es fundamental, «porque basamos el proyecto en las nuevas tecnologías», dijo Franch.

Su director del ETSE, Xavier Vilanova, recordó que, desde hace tiempo, «intentamos fomentar vocaciones por la ingeniería entre la juventud, sobre todo en chicas, y con esta finalidad organizamos actividades». «La Escuela Saavedra nos propuso apadrinar este proyecto que encaja con nuestra filosofía y los profesores están muy motivados, hasta el punto que se hará una jornada de puertas abiertas con pequeños talleres donde los niños podrán controlar los robots», dijo. Vilanova añadió que «ahora estamos en los inicios de nuestra colaboración y la intención es que, en el próximo curso, diseñaremos, de manera conjunta, aquellas actividades que puedan meter en el currículum de los alumnos». El director del ETSE apuntó que propuestas como la de la Escuela Saavedra «pueden contribuir a fomentar las vocaciones por la ingeniería». En este contexto, Franch comentó que el próximo mayo «los niños irán al ETSE y el día 18 del mismo marzo haremos una jornada final de curso en la escuela, abierta a toda la ciudad».

Por su parte, Jordi Moncusí, uno de los profesores que aplica la robótica al aprendizaje de los alumnos, destacó que «se muestran muy interesados en aprender con este método».