Abre en Tarragona un piso para chicas menores extranjeras no acompañadas

La Generalitat ha abierto un piso en la ciudad que acoge chicas menores extranjeras sin referentes familiares. Son seis jóvenes marroquíes de entre 16 y 18 años que viajaron solas desde su país a Cataluña, algunas de ellas, a bordo de una patera. La Fundació Sant Josep gestiona esta vivienda, la primera de estas características en el Camp de Tarragona. La Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (DGAIA), que tiene la tutela de estas menores hasta que lleguen a la mayoría de edad, también dispone de pisos para chicos en Cambrils.

En los últimos años, la llegada de los conocidos como menores extranjeros no acompañados (MENA) se ha multiplicado. La DGAIA, que admite que se ha visto desbordada para hacer frente a la llegada masiva de los jóvenes, acoge en sus centros a 2.593 menores. Entre estos también hay chicas, concretamente 94, un 2,6% del total.

Las seis jóvenes se instalaron en el piso el 1 de marzo. Armand Medina, coordinador de este piso, explica que las chicas, provenientes de Tánger y Casablanca, entre otros puntos de Marruecos, aprenden catalán y castellano. Las chicas llegaron a Cataluña hace cinco meses. Antes, vivían en el centro de acogida de la Mare de Déu de la Mercè, que acoge a una cincuentena de menores extranjeros no acompañados. Fuentes de la DGAIA explican que la intención de la Generalitat es abrir «más recursos para las chicas». Habitualmente, estas inmigrantes no pasan por el centro de emergencia que actúa como primer filtro cuando estos jóvenes llegan. El gobierno trabaja para abrir el primer centro de emergencia en Cataluña exclusivamente para chicas. También se empiezan a estudiar futuras colaboraciones con entidades especializadas con las víctimas de trata y explotación sexual en el caso que de las chicas lleguen a Cataluña a través de grupos criminales y, así, mejorar el sistema de acogida y recibimiento.

Medina explica que la inserción de las chicas es similar al de los chicos. Sólo hace unos días que las chicas viven en este piso. Como con el resto de jóvenes extranjeros recién llegados, la administración tramita el NIE del inmigrante. El objetivo es conseguir un permiso de trabajo y alcanzar, poco a poco, una autonomía que les permita vivir de manera independiente. «También se tiene que tener en cuenta su proceso migratorio», apunta Medina. «En principio se quieren quedar, pero puede ser que en cualquier momento quieran irse a otro país de Europa», señala este educador.

19 chicas este año

La llegada masiva de MENA ha puesto a prueba el sistema de acogida que no estaba preparado para atender a una cantidad de jóvenes tan alta. Entre los 226 jóvenes que llegaban en enero había 12 chicas. En febrero, la DGAIA acogió a 194 menores, siete de las cuales eran chicas. El director de los Servicios Territoriales de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias en Tarragona, Francesc Tarragona, explica que no se trata de ningún «recurso extraordinario». «Son chicas que tienen un grado de autonomía, responsabilidad y nivel de madurez elevado que permite que establezcan y compartan un espacio, convivan, y desarrolle una serie de tareas como cualquier adolescente», asegura.