Las carreteras del Estado serán del Ayuntamiento de Tarragona a partir de enero

Las carreteras del Estado, largamente reivindicadas por el Ayuntamiento de Tarragona, pasarán a manos del consistorio a partir de enero de 2019, cuando se apruebe la recepción de estas vías, como la Avenida Roma y la plaza Imperial Tàrraco, en el primer plenario municipal del año que viene. El concejal de Territori i Patrimoni Municipal, Josep Maria Milà, confirmó ayer a diario más que el traspaso entrará en vigor el mismo enero, cuando el consistorio apruebe este punto del día. Las otras carreteras que se incluyen en esta cesión son la avenida de la Independència y la avenida Andorra, entre otros. En total, la operación compran unos 25 kilómetros de carretera, muchos de los cuales se encuentran en medio de la ciudad.

Milà asegura que el Ayuntamiento no recibirá ninguna compensación económica por estas cesiones. El alcalde Josep Fèlix Ballesteros aseguraba el pasado 29 de octubre que el gobierno municipal no aceptaría el traspaso «sin compensaciones». Ballesteros aseguraba que se tenían que hacer números» antes de aceptar los traspasos y que el equipo municipal trabajaba para conseguirlo.

Sin embargo, el concejal de Territori señala que el Estado sí se hará cargo de una compensación en forma de obra en la recepción por parte del ayuntamiento del tramo de la N-340, desde la rotonda de la Savinosa hasta el límite de Altafulla. Concretamente, el Ministerio de Fomento construirá una rotonda en el acceso de la urbanización de Cala Romana, donde hace un mes y medio perdió la vida al exconcejal de Torredembarra, Ignasi Duràn, a causa de un accidente cuando circulaba con su motocicleta. En este punto, el ayuntamiento ha pedido dos veces a Fomento que instale un semáforo donde hay una parada de autobús del EMT.

Actualmente, los usuarios de la citada parada tienen que hacer un largo recurrido para acceder a la urbanización o ir a las instalaciones del Tenis, con lo cual la mayoría opta por atravesar la carretera justo por el punto donde el martes se produjo el accidente. Milà señala que el semáforo podría llegar antes que la rotonda, que tardará, al menos dos años, a ser una realidad. Milà apunta que el Ayuntamiento solicitó la rotonda antes del accidente, que tuvo lugar el pasado 7 de noviembre. Con la cesión de las carreteras, el ayuntamiento se hará cargo de la conservación y el mantenimiento de estas.

En los últimos meses, el consistorio ha recibido carreteras que eran de la Diputació, como el acceso a la playa Larga desde la antigua N-340. El ente intercomarcal entregó este tramo después de mejorarlo y de adecuar un espacio de aparcamiento de vehículos.

Aparcamiento disuasivo

Otro tramo que estaba pendiente del traspaso definitivo afecta la construcción de un aparcamiento disuasivo en la antigua carretera de Constantí, junto al puente de Ramón y Cajal. Fomento ha autorizado al Ayuntamiento a hacer trabajos previos de adecuación del terreno, antes de que pueda habilitar el espacio para hacer el parking. Antes de que Ballesteros condicionara hace un mes y medio el traspaso de las carreteras a una compensación económica, Milà, su concejal de Territori, admitió el pasado abril que la recepción sin ninguna compensación a cambio era «la única forma de desencallar las negociaciones» que desde hacía años mantenían Fomento y Ayuntamiento y que, hasta el momento, no habían fructificado en ningún acuerdo. En aquel momento, Fomento comunicaba al consistorio que no tenían disponibilidad económica y que la ciudad no podía estar «permanentemente montada sobre carreteras nacionales», señaló, entonces, Milà.