Diari Més

Adam Majó: Director de la Oficina de los Derechos Civiles y Políticos

«Tenemos un problema con los grupos de ultraderecha violentos»

La Generalitat abre una oficina donde denunciar agresiones relacionadas con el 1-0 y los lazos amarillos

Majó, ayer en la delegación del Gobierno, donde recibió tarraconenses que le expusieron sus casos.

«Tenemos un problema con los grupos de ultraderecha violentos»Olívia Molet

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—¿Cuál es la misión de la Oficina de los Derechos Civiles y Políticos, organismo que recientemente ha creado a la Generalitat?

—Asesorar a personas que, piensen lo que piensen, están afectadas por actuaciones de grupos violentos y que necesitan asesoramiento o vehicular quejas y denuncias.

—¿La oficina va dirigida a atender personas que han sido agredidas por poner lazos amarillos y pancartas, y a aquellas que fueron golpeadas el 1-O?

—Estamos a disposición de quien considere que ha recibido una agresión por una causa política.

—Hoy –para ayer– ha atendido las primeras personas, de Valls, que se dirigen a la oficina aprovechando su estancia en Tarragona.

—Recibieron la visita de un pelotón que arrancaron los lazos amarillos que habían puesto. Eran unas diez personas que iban con la cara tapada y organizados. Agredieron violentamente a las que pusieron lazos amarillos y que han presentado denuncia.

—¿Cómo valora el renacimiento de la ultraderecha?

—Tenemos un problema con los grupos de ultraderecha violentos. No ha habido todavía heridos graves, pero sí que muchas personas han resultado heridas y lo que queremos es que denuncien estos hechos y que sepan que desde la Oficina de los Derechos Civiles y Políticos los asesoramos en aquello que haga falta. Nos preocupa que empieze a haber muchos casos. Tenemos unos doscientos protagonizados por estos grupos, pero muchas agresiones no se denuncian ante la Justicia por evitar problemas. Esta violencia ha sido de baja intensidad hasta ahora.

—La irrupción de un coche a toda velocidad, hace unos meses en una plaza de Vic donde se pusieron cruces amarillas, pudo acabar en tragedia.

—Pudo pasar de todo. Se encendió la alarma. La Justicia, se lo tendría que tomarlo seriamente y los ayuntamientos tendrían que personarse en denuncias de casos como los que están pasando vinculados a la colocación de lazos amarillos y de pancartas en espacios públicos y privados, aunque sean leves, porque violentan la convivencia.

—Los debates parlamentarios también están subiendo de tono.

—Los políticos tienen que dar ejemplo en los debates con el adversario y evitar el escarnio, la burla, la provocación en el Parlamento.

—¿Vivimos unos momentos de radicalización política y social?

—Hace unos días supimos que un hombre quería matar al presidente del gobierno español. La ultraderecha está embraveciéndose. Es como la lotería. Si juegas mucho, puede ser que te toque. Aquí nos podemos hacer daño si no se actúa.

—¿Qué se tiene que hacer para ponerse en contacto con la Oficina de los Derechos Civiles y Políticos?

—En la página web dretscivilsipolitics.gencat.cat hay toda la información y un formulario que la persona interesada puede rellenar, aportando documentación como, por ejemplo, un parte médico en caso de que haya sido agredida. Si es un caso grave, se puede prestar una atención personal.

—¿La actuación de la Justicia es la adecuada en casos como los que afectan a los hechos del 1-O?

—Hacemos seguimiento de las sentencias y queremos recoger informes sobre casos como el del 1-0, unificarlos y darles coherencia. Hace poco, en el Maresme se presentaron 38 denuncias diferentes relacionadas con el 1-0, por varias cuestiones, y el juzgado de Arenys agrupó todas las denuncias como si fueran sólo una y las ha archivado. Es un argumento para ir a Europa.

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