Diari Més

El Ayuntamiento recibirá 60 quejas de vecinos afectados por las inundaciones

Los damnificados relatan desperfectos en locales, oficinas y coches y preparan una demanda colectiva contra el consistorio

La calle Reial inundada durante las últimas lluvias del 14 de octubre, causadas por los restos del huracán Leslie.

La calle Reial inundada, lluvias del 14 de octubre, LeslieCedida

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Las inundaciones de las últimas semanas en la ciudad afectaron a una sesentena de vecinos y trabajadores de la Part Baixa, una de las zonas más afectadas por los aguaceros. Coordinados por la Associació de Veïns del Barri del Port, los damnificados presentarán esta semana al Ayuntamiento y a la empresa municipal de agua EMATSA sus quejas. La entidad vecinal ha recogido durante estos días a los testimonios de decenas de vecinos y trabajadores del barrio que relatan los daños y los desperfectos personales que han sufrido a causa de los aguaceros del 9 y el 14 de octubre.

La tromba de agua de aquellos días dejó una imagen de la Part Baixa con parkings y locales inundados y vehículos inutilizados. Al menos diez coches aparcados en la calle Smith i Castaños han sido gravemente afectados, según relata la presidenta de la asociación de vecinos Carme Puig, que ha estado recibiendo estos últimos días numerosas denuncias de los vecinos. «Pediremos al Ayuntamiento que actúe. Si no hace nada, que es lo que me imagino, pondremos una demanda», explica Puig, que ya se está asesorando legalmente para preparar una demanda colectiva contra el consistorio. Las largas reivindicaciones de los vecinos que reclaman un «barrio digno» también consisten en exigir al gobierno municipal mejores infraestructuras para poder afrontar en condiciones las situaciones de lluvias. Puig recuerda lo que todo el mundo en el barrio ya sabe. «No hay cañería que separe el agua sucia de la limpia», señala. Una situación que, en días de fuertes tormentas, provoca que las aguas fecales emerjan del alcantarillado hacia la calle y se mezclen con el agua de la lluvia, dejando el día siguiente la suciedad por las calles mezclada con el barro.

Angie Zuluaga es una de las vecinas afectadas. Su coche, que el día de las tormentas se encontraba aparcado en la calle Smith, está en el mecánico a la espera de que la aseguradora le comunique si les cubrirá el coste que pueden representar los desperfectos. A menudo, las reparaciones pueden significar 2.000 euros, explica Puig. «Los airbag explotaron. Tuve que sacar el agua, que había llegado a los asientos con cubos,» narra Zuluaga. Al quedarse sin coche, Zuluaga, que trabaja en la Pobla de Mafumet, tiene que pedir permiso para salir antes, si quiere coger el último autobús.

Las inundaciones en al menos dos aparcamientos soterrados provocaron que los propietarios de los vehículos no pudieran sacarlos durante algunos días. En el parking de la calle Castaños, se extrajeron 800.000 litros de agua durante siete días de trabajo.

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