Diari Més

Los alumnos del Arrebatamiento arrancan el curso escolar en módulos prefabricados a la espera del nuevo centro

El retorno a las aulas empieza con normalidad en el Camp de Tarragona

Alumnos en el patio de la Escola de l'Arrabassada en el primer día del curso 2018-2019.

Alumnos en el patio de la Escola de l'Arrabassada en el primer día del curso 2018-2019.Gerard Martí

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Los alumnos de la escuela de la Arrabassada de Tarragona han iniciado el curso escolar este miércoles en módulos prefabricados. El centro educativo lleva doce años esperando la construcción de un nuevo edificio. Las obras, presupuestadas en 4,5 millones de euros y iniciadas este mes de mayo, tienen un plazo de ejecución de 22 meses. En la primera visita de obras, el delegado del Gobierno, Òscar Peris, ha explicado que las actuaciones van según el calendario previsto. Por otra parte, la reanudación del curso lectivo se ha producido con «total normalidad» y sin ninguna incidencia destacable en el Camp de Tarragona, más allá de alguna «obra concreta retrasada por el 155», ha remarcado Peris, que no ha afectado al retorno a las aulas. Con respecto al Institut Martí i Franquès de la ciudad de Tarragona, el Departament d'Ensenyament prevé exponer a finales de año qué solución adopta para dar respuesta al incremento de estudiantes de secundaria, dado que el centro ha tenido que ampliar las instalaciones, de forma provisional, con módulos prefabricados.

Los alumnos de la escuela de l'Arrabassada han empezado con ilusión y nerviosismo el nuevo curso escolar. Una vez más, desde su puesta en marcha el año 2007, en los módulos prefabricados. Sin embargo, todo apunta que será el último curso completo que los estudiantes pasarán en estas instalaciones, dado que las obras del nuevo complejo educativo están en marcha desde mayo de este año. «Vamos sobre calendario previsto y esta obra tendría que estar acabada el primer trimestre del 2020», ha afirmado al delegado del gobierno, Òscar Peris, en la primera visita de obras al recinto donde se está construyendo el nuevo edificio. Peris ha recordado que se trata de una «larga reivindicación» de la comunidad educativa y ha asegurado que «la voluntad es que sea una realidad y se pueda disfrutar cuanto antes mejor».

De hecho, la construcción del nuevo edificio ha estado presente entre los padres y las madres de este centro en la reanudación del curso. En el caso del Óscar Urgel, padre de un alumno de tercero y de otro de primero de primaria, se ha mostrado satisfecho de que el proyecto salga adelante «después de tantos años luchando». Urgel, sin embargo, no ve con malos ojos los módulos prefabricados, por el hecho de que considera que están bien acondicionados. En cambio, Raul Jiménez, padre de un alumno de P3 y de una alumna que inicia primaria ha opinado que, a pesar de las molestias «por el ruido de la lluvia, por el frío y el calor», ya están acostumbrados. Este año, la escuela de l'Arrabassada tiene 445 alumnos repartidos en 18 grupos.

El curso escolar 2018-2019 arranca con normalidad en el Camp de Tarragona

El arranque del curso lectivo en el Camp de Tarragona se ha llevado a cabo con normalidad y sin ninguna incidencia destacable. «Desde el departamento se ha velado los últimos días para que todos los institutos y todas las escuelas puedan tener un inicio de curso lo más normal posible, más allá de alguna incidencia en alguna obra concreta por el 155, que retrasó alguna firma por parte del ministerio», ha aseverado Peris.

Hay que recordar que el curso ha empezado con unos 82.000 alumnos de las etapas de infantil, primaria y secundaria en el Camp de Tarragona este miércoles. Los 7.700 matriculados al bachillerato y los 11.600 de ciclos formativos lo harán a partir de estos viernes. El inicio del curso lectivo viene marcado por el aumento de 1.070 estudiantes matriculados a la secundaria, mientras que disminuye, también en un millar, la matricula en infantil y primaria.

Desde Enseñanza también han destacado que la plantilla de docentes, incrementada por este curso en 50 profesionales, podría ampliarse hasta la sesentena, en función de las aulas de acogida y del recuento de los recién llegados durante el periodo de la matrícula viva. La demarcación tiene unos 300 centros educativos, de los que once están totalmente ubicados en módulos prefabricados. Este año sin embargo, no se estrenará ninguno de nuevo, aunque hay en marcha varios proyectos pendientes, como los Institutos de los Pallaresos y de Roda de Berà, y la escuela Teresa Godes y Domènech de la Juncosa del Montmell y la escuela de Maspujols.

Por otra parte, el Institut Martí i Franquès de Tarragona, que este año absorbe ocho líneas de primero de ESO -dos más de lo que está establecido en Cataluña-, ha arrancado el curso con nuevos módulos prefabricados. De momento, se utilizarán para hacer asignaturas desdobladas de los grupos y no se ha ubicado ninguna clase entera, según ha explicado el director territorial de Ensenyament, Jean-Marc Segarra.

Con todo, Segarra ha adelantado que, a finales de año, se expondrán posibles soluciones temporales ante el aumento de estudiantes en la educación secundaria en la ciudad de Tarragona. «Haremos un proceso participativo con directores de escuelas públicas y de los centros afectados para buscar la solución mejor a entre ocho y doce años vista», ha detallado. Según Ensenyament, hay hasta cuatro propuestas encima de la mesa y «completa sintonía» con el Ayuntamiento de Tarragona.

Imagen de un aula de la Escola de l'Arrabassada en el primer día del curso 2018-2019.

Imagen de un aula de la Escola de l'Arrabassada en el primer día del curso 2018-2019.Gerard Martí

El delegado del gobierno, Òscar Peris, el director territorial de Enseñanza, Jean Marc Segarra; el concejal de Enseñanza, Francesc Roca; y la directora de l'Arrabassada, Sònia Sabidó, ante las obras del centro.

El delegado del gobierno, Òscar Peris, el director territorial de Enseñanza, Jean Marc Segarra; el concejal de Enseñanza, Francesc Roca; y la directora de l'Arrabassada, Sònia Sabidó, ante las obras del centro.Gerard Martí

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