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Sucesos

El incidente de un niño en una escalera mecánica de Parc Central acaba en pelea

El padre se enfrentó y quería agredir a un vigilante después de pedirle que llamara a una ambulancia, porque creía que no estaba haciendo la gestión

Imagen de una de las dos escaleras mecánicas del centro comercial que bajan a la planta inferior.

El incidente de un niño en una escalera mecánica de Parque Central acaba en pelea|riñaJ. A. Torreblanca

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Un pequeño incidente de un niño en las escaleras mecánicas de Parc Central acabó ayer en una gran pelea verbal entre el padre y uno de los vigilantes de seguridad de la tienda de Primark. Los hechos ocurrieron alrededor de las dos del mediodía, cuando una familia (padre, madre y niño) que bajaba por una de las rampas hasta la planta inferior, sufrió un leve accidente: el pequeño puso los dedos a la junta del final del tramo mecánico y se hirió levemente. El niño, de unos cinco años, empezó a sangrar, lo que hizo que sus progenitores buscaran auxilio.

El conocido establecimiento de ropa Primark siempre tiene agentes de seguridad privada en el acceso de la tienda, por lo cual la familia se dirigió directamente a uno de los profesionales que estaban allí. Pidieron al vigilante que llamara a los servicios de emergencia a fin de que enviaran al centro comercial una ambulancia. El trabajador comunicó la situación a los compañeros de seguridad de la tienda a fin de que procedieran. El padre sin embargo, al ver que este vigilante al cual había interpelado no realizaba él mismo la llamada, se puso muy nervioso. El niño pequeño seguía sangrando.

El padre enloqueció por completo

«El padre del niño pequeño se ha vuelto loco, no paraba de decirle al de seguridad que no estaba haciendo nada para ayudar a su hijo, pero yo te puedo asegurar que, entre el momento que el hombre este le ha pedido que llamara a la ambulancia y el instante en que ha empezado a encararse al vigilante, no ha pasado más de un minuto», apuntaba ayer tarde uno de los trabajadores de una tienda muy próxima que presenció la situación. El vigilante le ha dicho que se tranquilizara, pero el padre estaba fuera de sí, era como que lo quería matar. No lo ha podido tocar porque ha habido vigilantes y gente que los ha separado. A él, lo hemos aguantado para que no se siguiera enfrentando. La mujer no le ha parado de decir que parara y también lo cogía para retenerlo», explicaba el comerciante de Parc Central, quién fue una de las personas que intentó apaciguar el conflicto.

Gritos y amenazas hacia el vigilante

Los gritos del padre, de uno 30 años, contra el vigilante de seguridad privada, sumados a los lamentos de la madre por la situación, levantaron una enorme expectación en la planta inferior del centro comercial. Numerosos ciudadanos se aglomeraron en torno a la discusión. «Parecía como si lo quisiera matar», explicaba también una joven que en aquellos momentos se encontraba en el interior de la tienda. «Le decía al vigilante que saliera a la calle, que lo esperaba fuera», añadía el trabajador de la tienda próxima. El cuerpo de seguridad de Primark alertó rápidamente a los vigilantes del centro comercial, de que procuraron reconducir la situación. Un amigo del hombre también intentó interceder para calmar los ánimos. «Lo que más me ha llamado la atención es que el padre estaba tan metido en la pelea que se ha olvidado completamente del niño. El pequeño estaba aquí, derecho, a un lado, con sangre, pero por suerte algunas personas le han hecho los primeros cuidados», recordaba ayer al trabajador.

La ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas, en la que verdaderamente ya habían alertado los profesionales de seguridad, llegó a los pocos minutos. Personal de Parc Central se encargó acompañar al pequeño, con heridas en la mano, y a su madre, muy afectada por la situación que había desencadenado su marido, hasta la zona posterior de la planta baja del centro comercial, el punto desde donde habitualmente acceden al recinto los profesionales sanitarios cuando se produce un suceso.

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