Los ocupas del CRAE ofrecerán una merienda y visitas a los vecinos este miércoles

Los ocupas del antiguo CRAE de Sant Josep, situado junto al Camp de Mart, continúan adelante con su intención de convertir el complejo en desuso, adquirido por la empresa Fragadis para levantar una nueva edificación, en «una propuesta de proyecto social abierta a las vecinas de la ciudad», confirmaba ayer un portavoz. Los integrantes de este Centre Radical Autogestionat Enorme (que podrían ser cerca de una cuarentena), remitieron ayer una carta a los residentes de la zona con el fin de presentarse oficialmente, buscar complicidades y forjar lazos con la comunidad. «Además, este miércoles por la tarde ofreceremos una merienda para que las vecinas nos vengan a conocer y vean cómo está el centro por dentro, estaremos dedicados plenamente a atenderlos a ellos», apuntaba una de las jóvenes integrantes que ayer accedía, para asistir a la asamblea abierta convocada, donde tenían que definir temas «de organización y logística», además de tratar diferentes «propuestas de colectivos y particulares».

Aseguran que gradualmente irán incorporando «talleres, cursos y todo aquello que necesite la ciudadanía en este espacio», desgranaba el portavoz, quien afirmaba que se trata «de un proyecto sólido», confirmando, que no tienen pensado abandonar el emplazamiento. De momento, en las cinco jornadas que lleva en funcionamiento el Centre Radical, han organizado comidas y cenas populares, vermúes, fiestas con varios disc-jockeys y un taller de autodefensa personal.

Fragadis, a la expectativa

La compañía Fragadis, que tenía proyectado demoler el antiguo centro de menores para construir un edificio donde incluiría un establecimiento comercial de su cadena, no se ha puesto de momento en contacto con los ocupas, según confirmaban estos, en la jornada de ayer. Según ha podido conocer este diario, la empresa, por ahora, no moverá ficha y esperará a ver cómo evoluciona la situación. Miembros del «CRAE Lliberat», apuntan, igualmente que los Mossos d'Esquadra tampoco han vuelto a personarse en el antiguo complejo desde el jueves pasado, cuando se hizo pública la ocupación.

No tienen agua potable

Los integrantes de este proyecto definido como «anticapitalista, antifascista, feminista y autogestionado», no disponen de agua potable al interior (requieren a los participantes que lleven agua para los lavabos y para beber), ni tampoco de electrodomésticos básicos para alimentarse, como una nevera o un microondas, y es que las instalaciones del CRAE fueron desmanteladas por completo cuando el servicio, gestionado por la Xarxa Santa Tecla, se trasladó a la nueva edificación de Estanislau Figueres. Los ocupas, aseguran que en estos últimos días han estado realizando tareas de mejora, ya que al acceder al recinto se habían encontrado «muchas cosas rotas».