Los músicos podrán tocar y 'pasar la gorra' en las calles de Tarragona

La música en las calles de la ciudad dejará de estar prohibida. Las actuaciones se regularán y se acercarán al Patrimonio con conciertos en las zonas próximas a las Murallas –portal del Roser– Anfiteatro –Balcón del Mediterráneo– o en los elementos modernistas –Mercado Central, teatro Metropol o colegio Teresianes-. La concejalía de Cultura está trabajando en este proyecto, que quiere poner en marcha durante los meses de verano y que está inspirado en el modelo de Girona. Los músicos tendrán que acreditar «que tienen calidad» para participar en la iniciativa y entrarán en un listado del consistorio, que se encargará de organizar los conciertos y distribuirlos a lo largo de la semana. El objetivo, decía a la concejala de Cultura, Begoña Floria, es «hacer cultura», pero «sin afectar al descanso de los vecinos».

Girona, carrers de música es el modelo que el consistorio tarraconense ha cogido de referencia. Se arrancó el año 2014 y, durante los primeros 12 meses de vida, llevó a la vía pública gerundense una media de 9 conciertos diarios. Para hacer sus actuaciones en varios puntos de la ciudad, los músicos se tienen que acreditar. Una vez validada la información, pueden hacer reservas previas de sus actuaciones en alguno de los 21 puntos habilidades.

Los conciertos tienen una duración de una hora y las condiciones horarias están sujetas a la normativa del consistorio gerundense. Algunas de las premisas para favorecer la convivencia, son: respetar el paso fluido en la vía pública, que los músicos tengan un repertorio variado, convivir con armonía con los vecinos y vecinas, no utilizar instrumentos que por sus características sonoras puedan ocasionar molestias o que la música sea interpretada en directo.

La concejalía de Cultura acaba de perfilar los detalles del proyecto, pero el objetivo es que empiece este verano. «Estamos negociando con los servicios jurídicos para conseguir que los músicos no tengan que pagar tasas», explicaba Begoña Floria. Así pues, los costes de la reserva en vía pública los asumiría Cultura. Por otra parte, los servicios técnicos acaban de perfilar la normativa de horarios y ubicaciones con el fin de conseguir una «buena convivencia» entre artistas y vecindario. «Se está estudiando el mapa acústico para encontrar los mejores puntos y conseguir que los vecinos estén bien», detallaba Florecía.

«No haremos de policías»

Por otra parte, los músicos podrán pedir dinero o vender discos durante sus actuaciones. «Partimos de un principio de confianza», decía Florecía, que añadía que «no haremos de policías». La responsabilidad de declarar el dinero y responder ante Hacienda será de los propios músicos. Eso sí: el consistorio quiere evitar episodios de mendicidad. «Se aplicarán las medidas correspondientes para evitar la mendicidad o la agresividad al pedir dinero a los peatones», manifestaba a la concejala.

Este es otro de los aspectos que trabaja el servicio jurídico del Ayuntamiento. En Girona, una de las premisas es también la de «no pedir dinero con estrategias que violenten a los peatones: tocando u obstaculizando el paso de los peatones, haciendo uso de lenguaje agresivo o cualquier otra conducta que pueda violentar o intimidar».

La normativa no está terminada, y el objetivo de la concejalía de Cultura es acabar de perfilarla con «todas las entidades de la ciudad relacionadas con la música».

Monumentos y música

Los puntos donde habrá actuaciones estarán completamente relacionados con el Patrimonio tarraconense. Así pues, habrá conciertos en el Portal del Roser –por su proximidad con las Murallas–, en la Rambla Nova –delante del Metropol y de las Teresianas, edificios modernistas–, en la plaza Corsini –porque el Mercado Central es también icono modernista– o en el Balcón del Mediterráneo –porque forma parte del paisaje de Tarraco, con el Anfiteatro de fondo. La normativa se acabará de perfilar próximamente.