La urbanización de Parcel·les Iborra creará entre 50 y 75 viviendas nuevas

Los terrenos de las denominadas Parcel·les Iborra, ubicadas junto al Nou Estadi de Tarragona, acogerán entre 50 y 75 nuevas viviendas cuando estén urbanizados. De hecho, la zona contará con más de 8.000 metros cuadrados nuevos de calles. La operación, que «irá relativamente rápida» según informaba el concejal de Urbanismo, Josep Maria Milà, a los vecinos durante una reunión, sigue levantando polvareda entre algunos propietarios. «La reparcelación sólo favorece a los grandes propietarios y aquellas personas implicadas en la Junta de Compensación. Al resto, nos empobrecerá», denunciaba a uno de los afectados, Jordi Turmo. El presupuesto de urbanización ronda los tres millones de euros.

Entre 50 y 75 viviendas nuevas, más de 8.000 metros cuadrados de calles nuevas y la posibilidad de acoger además de un centenar de familias. Estas son algunas de las cifras que se conseguirán con la urbanización de los terrenos de las Parcel·les Iborra, ubicadas al lado del Nou Estadi. En esta zona, se construirá la nueva Escuela del Arrebatamiento y también está prevista la creación de un espacio verde. Es, pues, un área de Tarragona en expansión. «Por eso hay algunas personas muy interesadas en qué la urbanización se haga rápidamente», expresaba Jordi Turmo, propietario de una pequeña parcela.

Turmo es uno de los vecinos afectados por la «descompensación» en la reparcelación del espacio. El mes de agosto del año pasado, el Ayuntamiento hizo público los planos que incluyen la división de los terrenos para llevar a cabo el proceso de urbanización, que tiene un coste de unos 3 millones de euros. «Está hecho de una manera que sólo beneficia a las personas implicadas desde el principio en la Junta de Compensación. Personas que tienen las Parcel·les más grandes y con influencia en el Ayuntamiento», decía Turmo.

Es el caso, por ejemplo, de la parcela número 27. Esta, queda partida por un camino de 8 metros, y la parte del solar que queda separada se añade a la parcela número 35. O con la parcela 44, que como no tiene los metros mínimos para poder construir, desaparece del mapa y se añade a la parcela 9. «Hay gente que tiene proyectados y pactados la construcción de 40 o 50 viviendas», denunciaba el propietario.

Este miércoles, Turmo y otros vecinos disconformes con el proyecto de reparcelación se reunieron con el concejal de Urbanismo del consistorio, Josep Maria Milà. Todos ellos le hicieron ver el malestar generado por la operación. A estas alturas, los terrenos cuentan con unos 4.000 metros cuadrados de calles. Cuando empiece la urbanización, el número aumentará hasta los 12.000. «Pero son todo calles que se ubicarán en los terrenos inferiores, donde irán las nuevas viviendas», decía Turmo, que se preguntaba el siguiente: «¿Por qué tengo que pagar yo las calles de una persona que se enriquecerá muchísimo con estas operaciones¿».

El cuórum entre los vecinos determinará los tempos del proceso de urbanización. En caso de que haya una alegación por parte de algún propietario, los plazos se podrían alargar en hasta tres años. La construcción de la nueva escuela de la Arrabassada, la expansión de la zona y la creación de un espacio verde en el lado provocan que, las personas con dinero en juego, tengan prisa para empezar. Mientras tanto, los propietarios más pequeños luchan para que la urbanización no les acabe suponiendo la «ruina económica».