El mítico Casa Boada cierra provisionalmente por una enfermedad
Eduard Boada tiene que recibir un tratamiento médico que le impide trabajar
Casa Boada se toma un descanso
El mítico Casa Boada, reconocido bar de bocadillos de la ciudad de Tarragona con más de 70 años de historia, cierra provisionalmente a causa de una enfermedad que afecta a su dueño, Eduard Boada. Así lo informaba él mismo en un vídeo colgado por su hijo en las redes sociales. «Os echaré muy de menos y espero volver pronto», expresaba Boada, visiblemente emocionado. Eduard, que para muchos hace los «mejores bocadillos de Tarragona», empezó a trabajar el año 1970. Y, hasta ahora, nunca había apagado los fogones.
Un tratamiento médico le impedirá levantar la persiana y, de momento, se desconoce cuándo podría volver. Mientras tanto, en las ventanas del número 23 de la calle Rovira i Virgili, luce un cartel con el siguiente mensaje: «Cerrado. No me encuentro bien». Sus seguidores y clientes le han hecho llegar mensajes de apoyo a las redes sociales. Incluso se ha creado la etiqueta #boadatorna para dar ánimos a Eduard.