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Los marchantes no quieren el traslado a Corsini en verano para asegurar ventas

La plaza se recepcionarà pronto, pero el colectivo no tiene todavía ningún detalle de un desplazamiento que, dicen, «no queremos hacer de cualquier manera»

El mercadet de Tarragona se ha convertido en un atractivo turístico más para los visitantes que llegan a la ciudad.

Los marchantes no quieren el traslado a Corsini en verano para asegurar ventasCristina Aguilar

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Los marchantes del Mercadet de Tarragona descartan trasladarse a la plaza Corsini durante los meses de verano. El motivo, asegurarse de que el desplazamiento al lado del Mercat Central no afectará al volumen de ventas durante la temporada alta. El presidente de la Associació Marxants de Tarragona, Enric Daza, expresaba que «la última oportunidad será en el mes de mayo» porque «trasladarnos en plena temporada alta sería una derrota con respecto a números».

Desde la otra asociación de marchantes, la de la Provincia de Tarragona, Josep Joaquim Gómez manifestaba que «no podemos movernos de cualquier manera» y que «después de once años, dos meses arriba o abajo no afectan en nada». La recepción de la plaza Corsini se producirá pronto, y hoy por hoy, el colectivo no conoce ningún detalle de los plazos.

La última reunión entre las asociaciones de marchantes y el consistorio se produjo el 11 de enero. Desde entonces, ni Daza ni Gómez han recibido noticias por parte de Espimsa. Los plazos del traslado a Corsini son totalmente desconocidos, como también la ubicación en la plaza o la organización logística de cara a los aparcamientos de los vehículos. Corsini estará totalmente acabada en unas semanas, muy probablemente antes de que lleguen los meses de verano. Sin embargo, en caso de que el Ayuntamiento propusiera a los marchantes dejar la Rambla Nova una vez iniciada la temporada alta, estos se opondrían. «Tenemos que acostumbrar a la gente a ir al lado del Mercat», decía Daza, quién recalcaba que, «si se rompe la dinámica de ventas en medio de la temporada, nos puede suponer un problema grave».

Gómez tampoco es partidario de hacer el traslado de un día por el otro. El presidente de los marchantes de la provincia recordaba que «la última vez, hace once años, nos reunieron un jueves y nos dijeron que el martes de la semana siguiente iríamos a la Rambla Nova». Según Gómez, «ahora no es lo mismo» porque «volver a Corsini sin haber planificado antes la seguridad, la movilidad y la logística sería un gran error». De hecho, Gómez es muy crítico con las condiciones del desplazamiento porque «no podrá aparcar ni una sola furgoneta y la cola llegará hasta la plaza Imperial Tarraco».

Abrir por la tarde, un dilema

Una de las cuestiones que más preocupa a los marchantes es la posibilidad de abrir por la tarde una vez se hayan instalado a la plaza Corsini. Hace unas semanas, la Associació Marxants de la Provincia de Tarragona realizó una encuesta al colectivo para saber si, realmente, quería abrir durante todo el día o no. El resultado, según informaba Gómez, fue de un 80% de votos en contra de ampliar horarios. «Lo informamos en Espimsa y, en un principio, nos respetaron los resultados», explicaba Gómez, que lamentaba que «unos días después, a la reunión del día 11, volvieron a activar los mecanismos para hacernos abrir por la tarde».

El presidente de la otra asociación, sin embargo, no comparte la misma visión que Gómez. «Dijimos a Espimsa que abrir todo el día durante todo el año era demasiado, pero que podríamos abrir 8 o 10 semanas, sobre todo en temporada alta, como en verano o por Navidad», explicaba Daza, que añadía que «hay consenso entre los marchantes para hacerlo».

Más allá de cuántas paradas abrirán por la tarde y en qué época del año, lo único que tienen claro es cuánto los costaría alargar los horarios hasta la noche. El precio que ha establecido Espimsa es de 1,50 euros por metro de parada, que se sumaría a los 3,86 euros que pagan por abrir durante toda la mañana.

La plaza Corsini está casi terminada y es muy probable que el Ministerio de Fomento la recepcioni en el Ayuntamiento en las próximas semanas. Aunque la presidenta de Espimsa, Elvira Ferrando, nunca ha querido establecer una fecha concreta, algunas fuentes indican que a finales de mayo estará en manos del consistorio. Después, habrá que equiparla con bancos, jardineras y una fuente. Las obras se iniciaron el mes de agosto del año pasado.

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