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El único Diorama de la Passió de Tarragona se inaugura el viernes en Sant Joan

Recrea desde la entrada de Jesús en Jerusalén el Diumenge de Rams hasta su resurrección

Josep Puig retoca con un pincel un camino que pertenece a uno de los espacios del diorama.

El único Diorama de la Pasión de la ciudad se inaugura el viernes en Sant JoanCristina Aguilar

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La Parroquia de Sant Joan acoge desde el viernes, y hasta después de Pascua, un Diorama de la Passió, único en su género que se hace en Tarragona con motivo de la celebración de la Semana Santa. El autor es Josep Puig, quien durante muchos años fue jefe del Departamento de Dibujo del Institut Martí i Franquès y quien implantó el Bachillerato Artístico. El diorama, de cinco metros de largo, es diferente del que se pueden visitar por Navidad y que recrean pesebres, ya que no hay ningún ángulo recto.

Puig inició la construcción del diorama hace tres años. El conjunto está dividido en diez bloques que se juntan como si fueran parte de un puzzle y recrea nueve momentos de la pasión de Cristo. El relato empieza con la entrada de Jesús en Jerusalén el Diumenge de Rams sigue con el Sant Sopar, la flagelación en una calle empinada que da sensación de profundidad, la oración del huerto, un nazareno que lleva una cruz, la muerte en el Calvari y la resurrección.

Puig remarcó que «en Tarragona es el único que se hace», y explicó que, antiguamente, ecuestres representaciones eran conocidas como «calvarios». La sensación que aprecia el espectadores es la «de una perspectiva cónica», es decir, «la misma que los ojos».

El autor del Diorama de la Passió que se podrá visitar en Sant Joan explicó que «todo empezó con un pedacito y, con el tiempo, lo he ido alargando hasta llegar a los cinco metros». «La idea surgió de mosén Daniel Barenys, ya desaparecido, quien me propuso hacer un diorama de la Passió aprovechando un pesebre, y ahora lo sigo haciendo con mosén Jordi Figueras». El diorama se ha adaptado el máximo posible a las dimensiones de la capilla de Sant Jaume, donde Puig hacía ayer los últimos retoques. Los detalles más pequeños están muy cuidados y aportan realismo, como es el caso de la vegetación y, de manera especial, de los higos chumbos que adornan el paisaje.

El autor del diorama es licenciado en Bellas Artes y pertenece a la Associació Pessebrista. Puig dijo que su construcción «es más complicada que la de un pesebre, dado que no se trabaja en una caja, sino en un espacio abierto y de grandes dimensiones. Las diversas construcciones, tanto edificios como espacios naturales que recrean la Passió, están acompañados de varias figuras realizadas por los hermanos Castillos.

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