Las obras de las calles Salinas y Sant Domènec de Tarragona acabarán a finales de este mes

Las obras de las calles Salinas y Sant Domènec de la Part Alta de Tarragona acabarán a finales de este mes. Las actuaciones empezaron el 3 de agosto con el objetivo de convertir las dos vías en zona casi exclusiva para peatones, pero también para renovar las instalaciones de alcantarillado, agua potable, riego e incendios. La previsión era acabar las obras el mes de diciembre, pero el hallazgo de los restos del Circo en la calle Salines y los diversos episodios de lluvia y ventoleras han retrasado la finalización, según informaban fuentes municipales.

La transformación de las calles Salinas y Sant Domènec en una zona casi exclusiva para los peatones –sólo podrán circular vehículos esporádicamente– está a punto de hacerse efectiva. Las obras acabarán a finales de este mes, según confirmaron el jueves a este medio fuentes municipales. El objetivo del consistorio, aparte de eliminar la presencia de vehículos en el espacio, era la de renovar la red de alcantarillado, las instalaciones de riego e incendios y también las de agua potable. Además, se ha hecho un cambio del pavimento consistente en una plataforma única y del mismo tipo de piedra que la vecina plaza de la Font, salvo la esquina con Rera Sant Domènec, que se ha hecho con un acabado diferente. Actualmente, los operarios están colocando las piedras en la calle.

Las obras empezaron el pasado 3 de agosto y tenían que acabar el mes de diciembre. Por lo tanto, se han retrasado un par de meses. Según fuentes municipales, esta demora se debe al hallazgo de restos arqueológicos del Circo Romano a mediados de noviembre en la calle Salines. Las actuaciones en la vía dejaron al descubierto una parte de la pista por donde corrían las cuadrigas. Los arqueólogos aseguraron que los restos eran una pieza más de un puzzle que ayuda a comprender la magnitud de un recinto que hacía 325 metros de longitud y 100 de anchura, del cual se conserva sólo una pequeña parte, del sector de la cabecera. Sin embargo, no tenían tanta importancia como por dejarlas a la vista, por este motivo las obras continuaron.

Este hallazgo, sumada a varios episodios de viento y lluvia que impidieron los trabajos de los operarios, han retrasado la finalización de las obras en más de sesenta días.

Así pues, a finales de este mes estas calles serán de peatones. En este sentido, con respecto a los pilones que hay en la entrada de la plaza de la Font, desde la calle Sant Domènec, estas se trasladan al principio de la calle Salines. En horario de carga y descarga, como el resto de la Parte Alta, se bajará el pilón de paso para permitir la actividad cotidiana de vecinos, comerciantes y passavolants.