«El valor del gobierno de Ballesteros es que da estabilidad cuando no la hay»

— Hace tres semanas que ha vuelto a la concejalía de Cultura. ¿Cuál es su prioridad a estas alturas?

— El Plan Cultural de los Juegos Mediterráneos.

— ¿Qué objetivo persigue?

— Tiene que servir para ser un gran escaparate de la ciudad hacia el Mediterráneo y hacia adentro. Los mismos tarraconenses y tarraconenses se tienen que sentir orgullosos de lo que somos y de nuestra cultura.

— ¿Falta orgullo tarraconense?

— Sí, es un tema que me preocupa mucho. El Plan Cultural de los Juegos nos tiene que servir para ganar orgullo de ciudad. Seremos el escaparate del mundo en muchas cosas.

— ¿Cómo será este Plan?

— Todos los enfoques de las principales programaciones del próximo año irán vinculadas a la mediterraneidad. Será un gran espacio de interrelación, interculturalidad, solidaridad y esfuerzo.

— ¿Qué pasará con los proyectos de Cultura arrancados por el exconcejal Josep Maria Prats?

— El gobierno es uno y se tienen que mantener líneas de trabajo y de coherencia dentro del ámbito estructural. Los calendarios de Prats no se han modificado, pero he empezado por los Juegos y todavía no puedo dar noticias concretas.

— El Centro de Arte ‘El Tinglado’ se tiene que inaugurar en diciembre.

— El Centro de Arte y el resto de proyectos están todos en marcha igual que con el anterior concejal.

— Hace un mes y medio que acabaron las primeras fiestas de Santa Tecla descentralizadas. ¿Cómo las valora?

— Todavía no hemos hecho la valoración cuantitativa, pero hemos dado un salto cualitativo. La descentralización ha sido muy positiva, hemos conseguido esponjar la fiesta sin romper con aquella idea que siempre defiendo que la fiesta mayor tiene que ser caminable.

— Así pues, ¿los barrios nunca tendrán actos de las fiestas?

—Los barrios, como todo el mundo, pueden proponer actividades. Tarragona tiene una fiesta donde la sociedad civil puede incorporar todos los actos que quiera, por eso abrimos un periodo entre en abril y en junio para recibir propuestas.

— ¿Y actos oficiales del Ayuntamiento?

— No se descarta nada siempre que la ciudadanía lo viva. Lo que defiendo es que no hay bastante consenso social para que se desarrollen determinadas actividades más allá de la parte central de la ciudad, entendida como la parte más próxima al núcleo histórico.

— ¿El Ayuntamiento ha hablado con Farts de Soroll?

— No. Las entidades que están preocupadas por la convivencia de la fiesta con el entorno y por una fiesta más cívica, no son sólo Farts de Soroll. Nos equivocaríamos si pensáramos que los interlocutores ciudadanos son únicos.

— ¿Y con el colectivo Barracas?

— No. Lo que pasó fue lamentable. Los propios colectivos tienen que hacer una reflexión sobre cuál es el objetivo real de esta actividad y también del grado de pluralidad que tienen. Hubo un colectivo profesional que se sintió ofendido, y eso es lo que no puede pasar en una Fiesta Mayor.

— Otra plataforma en contacto con el Ayuntamiento era Oppida. ¿Qué se sabe?

— No hemos vuelto a hablar desde el último encuentro, en el mes de junio.

— Pero se ha cerrado el Plan Funcional de la Tabacalera y cuenta con 13 propuestas.

— Sí, y por lo que me comentan a nivel técnico, son de equipos de nivel muy reconocido dentro del ámbito de la arquitectura y equipos multidisciplinares.

— Por fin tendrá un proyecto.

— Lo que buscamos es fijar una hoja de ruta que nos permita no tener que estar discutiendo cada vez sobre qué tenemos que hacer a la Tabacalera.

— ¿Cómo será?

— No puede ser ni un cajón de sastre ni un hotel de entidades. Habrá un espacio de autogestión vinculado a la cultura contemporánea, el gran Museo Nacional Arqueológico, un espacio de emprenedoría y la sede de los archivos de Patrimonio y Cultura.

— ¿Cuándo será una realidad?

— No lo sé, no estamos en una coyuntura fácil ahora mismo. Sin embargo, si nos fijamos el objetivo, lo conseguiremos.

— ¿Y el Banco de España? También es un edificio abandonado, para muchos.

— No está abandonado. Que esté cerrado y no tenga actividad es una cosa, pero abandonado sería que no tuviera vigilancia o no hubiera un proyecto en encima la mesa. Esta idea falsa de que tenemos los equipamientos abandonados, me parece poner el foco en una interpretación interesada que no es real.

— Pero Tarragona tiene muchos proyectos en medio hacer, como la plataforma del Miracle.

— El Banco de España es prioritario, pero la plataforma puede serlo o no. Insisto, creo que tenemos que cambiar el enfoque y hablar de la Tarragona de la luz y no de la Tarragona oscura.

— ¿Siempre se habla de lo que se hace mal?

— Sí. Y si todo el día dices «qué malo es todo», al final te piensas que realmente todo es malo. Y esta ciudad es maravillosa, tiene muchísimas cosas que funcionan muy bien, que da muchas oportunidades y que tiene proyectos.

— ¿Cuál es la salud del pacto de gobierno municipal?

— El pacto está estable y con los objetivos que se marcaron, que son trabajar para Tarragona. Desde mi punto de vista, estamos allí donde la ciudad quiere que estemos, que es dando estabilidad en un momento de alta inestabilidad por todas partes.

— ¿PSC y PP dan estabilidad en Tarragona?

— El valor más importante que tiene el gobierno de Ballesteros es la estabilidad que da al alcalde en un contexto de altísima inestabilidad del entorno y el ambiente. Y eso, dentro de la tormenta, permite poder seguir haciendo las políticas que afectan al día a día de la ciudadanía.

—¿ No le pasará factura la situación actual?

— En estos momentos es muy difícil hablar por boca de nadie. Tanto en las elecciones del día 21 como en las municipales, serán los ciudadanos los que se tendrán que pronunciar.

— ¿Se han gestionado bien los hechos del 1-O?

— Valorar cómo se ha gestionado no se puede hacer desde una única óptica. El alcalde ha estado donde tenía que estar y el gobierno, también que era no poniendo en riesgo ni las instituciones ni la ciudad en un momento muy difícil.

— ¿Si el 21-D en Tarragona gana el independentismo, se replantean el futuro?

— Mezclar dinámicas es un error. No tiene nada que ver la dinámica local con las dinámicas generales. Al final, el pacto de ciudad no es un pacto ideológico, sino de ciudad.

— ¿Hay fisuras en el PSC tarraconense?

— Una de las cosas que más orgullosa me hace sentir es formar parte de un partido que no tiene un pensamiento único. Hay discusiones, hay debate, puntos de vista políticos no exactamente coincidentes, pero fisuras no.

— ¿Donde ve el futuro Begoña Floria?

— Mi prioridad es Tarragona. Para mí es un privilegio trabajar aquí y hacer política local, para mi ciudad. Mientras Ballesteros quiera, yo estaré trabajando por Tarragona.

— ¿Ballesteros tendrá relevo?

— Él ha dicho que quiere seguir. No estamos en el momento de hablar de relevo, pero es un tema que depende del alcalde.