Diari Més

Guardia Urbana tiene abierto un expediente por el piso en SPiSP con animales «desatendidos»

La Unidad de Mediación y Resolución de Conflictos hace seguimiento de la vivienda por una cuestión de convivencia vecinal desde hace cuatro meses

Una imatge del bloc Santiago, on hi ha les mascotes tancades.

Guardia Urbana tiene abierto un expediente por el piso en SPiSP con animales «desatendidos»Olívia Molet

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La policía local mantiene abierto, desde noviembre del 2016, un expediente relacionado con la vivienda del bloque Santiago, en Sant Pere i Sant Pau, donde vecinos denunciaban este pasado domingo la presencia de dos perros y un gato en situación de «desatención». Tal como confirman fuentes de la Guardia Urbana, la Unidad de Mediación y Resolución de Conflictos del cuerpo ha hecho seguimiento, en los cuatro últimos meses, de un caso vinculado al ámbito de la convivencia vecinal en este piso, cerca de la plaza de la Sardana. Siempre según la versión de los vecinos, en el interior del inmueble, que sería de alquiler social y propiedad de Vivienda, han pasado la última semana los tres animales «solos, con puertas y ventanas cerradas, sin poder salir y aullando», a consecuencia que los inquilinos ya no residen al menos de manera continuada. Los vecinos piden acceder en la vivienda para rescatar los animales, de los cuales están dispuestos a hacerse cargo directamente o bien a través de una protectora.

El escenario había desembocado en llamadas a la propia Guardia Urbana y a Mossos D'Esquadra, a través también del 112, realizadas reiteradamente desde el 30 de enero y que no han propiciado en «que nos dejen entrar, ver si los animales están vivos o cómo están y llevárnoslos si es que no los quieren». Tal como apunta el relato vecinal, el mismo domingo los inquilinos del piso habría acudido, «probablemente por la difusión del caso» y habrían sacado ala calle «uno de los dos perros, el mayor, que es el que oíamos aullar» para «intentar subirlo al coche. Pero el animal, porque no quería o porque hacía mucho viento y era difícil, no entró». Después, «estuvieron dando vueltas cerca del bloque, de un lado a otro, como si buscaran un sitio donde dejarlo. Al final no lo hicieron y el perro volvió al piso, donde ahora hay una ventana abierta».

«Queremos que nos abran la puerta»

Los vecinos no saben «si el otro perro, que es más pequeño, y un gato que también tenían, están en el piso o si es que se los llevaron cuando se marcharon» y concretan que, «en todo caso», los inquilinos, «no llevaban comida» cuando volvieron a casa el domingo y tampoco sabemos si es que no están alimentando al perro o es que ya tenían el pienso dentro». De cualquier manera, mantienen la voluntad que «nos abran la puerta» y que lo hagan «ahora que quizás todavía estamos a tiempo y no cuando se haya resuelto un expediente o todos los trámites, porque entonces ya no podremos ayudar a los animales.» Desde la Guardia Urbana tampoco detallan el origen preciso de este expediente abierto desde noviembre y relacionado con la convivencia vecinal ni si sería también los animales al interior de la vivienda.

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