Diari Més

Avalancha de solidaridad con los pacientes sin familia del hospital

El llamamiento de Tarraco Salut se salda con cerca de 80 bolsas llenas de ropa de primera necesidad

El ropero del hospital presenta ahora este aspecto: está lleno a tope.

Alud|Avalancha de solidaridad con los pacientes sin familia del hospitalJoan Antoni Torreblanca

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El llamamiento que la entidad encargada de gestionar el ropero para pacientes sin familia de Juan XXIII, Tarraco Salut, hizo la última semana a través de Diario Más ha tenido respuesta.

Decenas de tarraconenses y ciudadanos de municipios próximos se han acercado estos días a la segunda planta del centro hospitalario, donde hay las oficinas de la asociación, para entregar ropa de primera necesidad –pijamas, chándales, batines, zapatillas y ropa interior– a los voluntarios. La avalancha de solidaridad se ha traducido en más de una setentena de bolsas de tamaño normal llenas a tope y media docena más de sacos grandes, que han llevado varias entidades sociales. Además, esta semana Tarraco Salut espera recibir más ropa de ciudadanos que ya han concertado una cita para entregar sus bolsas y conocer la tarea que realiza la asociación.

«No esperábamos tanta respuesta, estamos muy contentos. Tampoco pensábamos que las donaciones se adaptaran tanto como lo han hecho, a lo que nosotros pedíamos. Hemos recibido muchísimas llamadas preguntándonos exactamente qué queríamos recibir», explica la trabajadora social y voluntaria, Anaïs Latur. Lo que más ha emocionado al personal es, que muchos ciudadanos han querido comprar, expresamente para los pacientes de Juan XXIII sin familiares ni conocidos que se hagan cargo, todo tipo de artículos.

«Muchos nos han llevado batines, calzoncillos, zapatillas o camisetas sin estrenar, con la etiqueta, con la caja o con el embalaje original», explica Latur, quiénes garantiza que todas las piezas están ya guardadas en el almacén de la séptima planta del hospital.

De hecho este viernes, una de las responsables del ropero, a Margarita Gil, se las vio para poder meter y arreglar la avalancha de solidaridad. Una semana antes, el espacio presentaba un gran hueco de zapatillas preocupando –sólo había un par–, ahora, hay de todo tipo y números. Con este pequeño-grande gesto de la ciudadanía, la trabajadora social garantiza que cuentan con ropa para los usuarios más desamparados del centro hospitalario por un buen periodo de tiempo, lo que los propiciará tranquilidad a la hora de afrontar las demandas de vestuario que les lleguen del personal de enfermería de las diferentes plantas. «Sólo queremos agradecer el gesto a todas las personas que han venido y han querido ayudarnos», apunta a la voluntaria.

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