Joaquim Vidal: «Los agentes rurales tendrían que llevar cámaras cuando hacen una inspección»

La reciente muerte de dos agentes rurales por los tiros de un cazador causó un gran impacto en la sociedad catalana y de manera muy especial en los dos ámbitos afectados. El presidente de la territorial de Tarragona de la Federación Catalana de Caza, Joaquim Vidal, en una entrevista a Diari Més, ha calificado los hechos de «muy lamentables» y ha afirmado que el luctuoso suceso ha generado un gran malestar. Vidal se ha referido a la acción del cazador como «acto monstruoso» y ha valorado la buena relación que siempre ha existido entre los dos colectivos, el de los agentes rurales y el de los cazadores. «En mi caso, también soy guarda rural y auxiliar de la Guardia Civil, además de cazador».

—Cómo recibió la noticia?

—En todos nos afectó mucho. Días después de la muerte de los dos agentes rurales no pudimos ir a cazar y dejamos de hacer las actividades habituales. Damos todo nuestro apoyo a los agentes rurales y sus familias, y ahora esperamos que sea la Justicia quien dictamine. Ha sido un hecho insólito, sin sentido.

—Las relaciones de los dos colectivos son buenas?

—Mantenemos muy buena sintonía. Yo mismo soy guarda rural desde hace treinta años y, también auxiliar de la Guardia Civil, además de cazador y naturalista. Mi abuelo era guarda de campo y mi padre policía nacional en Tarragona.

—Estos días se ha comentado que es muy fácil acceder al certificado para poder llevar armas. ¿Es realmente sencillo superar al psicotécnico?

—Si hay maneras fraudulentas de sacárselo? Esta no es la tónica y si alguien lleva bien el control de armas, esta es la Guardia Civil. No hay nada más restrictivo que el control de armas, pero siempre existirá un mercado negro, como también puede haber en la venta de naranjas en un mercadet, para poner un ejemplo y sin que nadie se moleste.

—Los agentes rurales tendrían que ir más protegidos?

—Sí, pero no necesariamente con armas. Un elemento que se podría introducir es que llevaran cámaras de grabación cuando hacen una inspección porque el contenido sería útil ante un juez. En el caso que nos ocupa, no hay testigos. Tenemos que hacer una buena lectura de lo que pasó por mejorar las medidas de seguridad de los agentes rurales.

—Cataluña tendría que dotarse de una ley de caza propia?

—No la tenemos. Nos regimos por una ley de los años setenta, a la cual se han ido adaptando determinados aspectos, pero el actual es mejorable porque el tiempo ha pasado y hay aspectos de la ley que han quedado obsoletos a pesar de las actualizaciones que se han introducido.

—Los cazadores tienen mala imagen entre algunos sectores de la sociedad?

—Como dice, algunos sectores de la sociedad no nos vuelan, pero los cazadores somos necesarios. Nosotros somos los que tenemos que parar la invasión de jabalíes que llegan al Catllar y poblaciones más próximas al mar. Y si no controlas las colinas, el campesino no cogerá avellanas. La ley protege los animales, pero cuando hay un exceso y se pone en peligro, por ejemplo, los cultivos, hay que cazar para mantener una población adecuada, equilibrada, y esta actividad la hacemos de acuerdo con la administración.

—Es imprescindible hacer este control de la población de animales?

—Es necesario hacer un control, sin duda. Hay quien quiere prohibirme salir a cazar un conejo. Es un error por qué los conejos acaban con los campos de cultivo. Si no se establece un número que garantice un equilibrio, la afectación en los campos es muy negativa. Si no lo hacemos nosotros, los cazadores, al final lo tendrá que hacer alguien cobrando y, por lo tanto, alguien tendrá que pagar. Ya estamos llegando tarde, porque hay más animales que cazadores.

—El deporte de la caza es uno de lo que tiene más licencias en el Estado.

—La cifra ha bajado. Actualmente, en España hay unas 600.000 licencias, pero hemos llegado a tener un millón y medio, muchas más que en muchos deportes.

—Al que se debe la reducción?

—Todo evoluciona. El campo se está abandonando por qué requiere mucho esfuerzo trabajarlo y aporta poca rentabilidad.

—Ahora están en plena época de caza del jabalí, una especie muy presente en el Camp de Tarragona.

—Ampliaron el tiempo de caza del jabalí y ahora nos obligan a mantener un periodo de siete meses, que se acabará en marzo. Eso nos afecta, por ejemplo, a los seguros. ¿Sabe que antes, cuando estaba el trompazo de un jabalí con un coche la ley decía que el culpable era el cazador? Pudimos demostrar que un jabalí que va libre por el campo no es de tu propiedad, que es un animal salvaje y libre.

—Que era suyo antes de cazarlo?

—En una noche, un jabalí puede recorrer una distancia de cincuenta kilómetros, puede ir de Falset a Gratallops y volver. Pues, antes, se decía que el animal era nuestro, cuando todavía no lo habíamos cazado.