La falta de voluntarios reduce el servicio de desayuno del local para personas sin hogar Cafè i Caliu

La cafetería social más conocida de Tarragona recibe el nombre de Cafè i Caliu, y está situada en la Casa de los Transeúntes, –en la plaza Peixateries Velles-. Desde que se fundó, da servicio de desayuno amás de 150 personas diariamente, incluyendo fines de semana. Pero desde hace unos meses, el servicio se ha reducido notablemente. «Ya no disponemos de variedad ni de comida caliente. Además, no podemos mirar la televisión y nos tenemos que duchar rápidamente», explica José Sobrino, uno de los usuarios del servicio CafèiCaliu. Este hecho ha causado la indignación entre los habituales usuarios, la gran mayoría son personas sin recursos económicos.

El principal motivo de estos cambios es la falta de voluntarios. Antes del verano, el responsable del proyecto, José Ramon Bahillo, –muyquerido entre los usuarios–, tuvo que abandonar su tarea porproblemas de salud. Lo mismo pasó con otros voluntarios que, de manera gradual, han ido dejando la tarea por problemas de salud yotros por jubilación. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los voluntarios tienen una edad adelantada, superando los 80 años algunos. El problema se hace presente durante la semana, porqueel fin de semana llegan muchos voluntarios jóvenes que cubren el servicio en su totalidad. Aun así, desde Càritas Interparroquial, entidad que gestiona CafèiCaliu, tiene la intención de poner en marcha una campaña de captación de nuevos voluntarios, tal como explica Xavier Morell, rector delegado de las parroquias que forman Càritas.

Las quejas

Cada día pasan por las instalaciones de Cafè i Caliu unas 150 personas que buscan hacer la única comida consistente de la jornada. José Sobrino es uno de ellos ydenuncia que, «desde el verano, las cosas han cambiado hacia peor: no nos dan nunca comida caliente, no nos dejan mirar la televisión como antes y el tiempo para ducharnos es muy justo», explica. Y es que el servicio de cafetería también incluye la ducha. José Sobrino y otros usuarios de Cafè i Caliu hacen responsablede la situación a la persona que encabeza ahora el proyecto, es decir, que ocupa el lugarde José Ramon Bahillo. «Las personas que había antes en Cafè i Caliu lucharon mucho para conseguir que el desayuno fuera digno y para conseguir que los más necesitados nos sintiéramos a gusto. Ahora las cosas son diferentes», explica Sobrino, indignado. Asegura que si la situación no cambia, se llevará a cabo una concentración en las puertas del Ayuntamiento y, si conviene, «haré una huelga de hambre», explica Sobrino.

Por su parte, desde Càritas Interparroquial se asegura que «las cosas funcionan como tienen que funcionar y los objetivos se están cumpliendo. Ahora bien, dependiendo de la temporada, los colaboradores dan menos comida», explica Xavier Morell. Con respecto al tema de las duchas, el rector asegura que «son muchos los que se quieren duchar y, por lo tanto, los usuarios no disponen de tanto rato. Preferimos que se duchen todos, aunque sea rápidamente», explica. Finalmente, el servicio Cafè i Caliu ha incorporado, recientemente, un servicio de asistencia social paralos usuarios.