Joan XXIII ha perdido a 124 trabajadores desde el inicio de los recortes a Salud

El Hospital Joan XXIII ha perdido, en cinco años, a 124 trabajadores. Se trata de una reducción del 7,03% sobre el total de la plantilla. En el 2010, entre médicos, enfermeras, auxiliares, celadores y personal de gestión y servicios trabajaban en el centro 1.765 personas, el año pasado eran 1.641. Se trata de cifras facilitadas al grupo de Ciutadans en el Parlamento a través de una pregunta en el gobierno catalán.

Los más damnificados por los recortes en el centro hospitalario de referencia a la demarcación, han sido los trabajadores de Gestión y Servicios –apartado que engloba personal de limpieza, mantenimiento, seguridad, administración, etc–. De los 390 empleados del año 2010 se pasa, en el 2015, en 255. «Es un personal básico para el correcto funcionamiento del hospital», destaca Martín Barra, diputado de Ciudadanos en el Parlamento y vicepresidente de la Mesa de la Comisión de Salud.

Al otro lado de la balanza, médicos y enfermeras, que aumentan de número: en cinco años hay 11 médicos más al centro hospitalario y de otras 26 nuevas enfermeras. Con todo, la cifra tiene matices, «hay que destacar la gran pérdida de calidad en las contrataciones, ya que han aumentado el número de interinos y sustitutos, y ha disminuido de forma sustancial el número de personal fijo de la plantilla,» explicaba el vicepresidente de la Comisión de Salud. Coincide en el diagnóstico el portavoz del sindicato CGT a Joan XXIII, Agustí Aragonès: «Los del hospital dirán que no, pero ahora mismo cerca del 33% de los trabajadores, especialmente auxiliares, enfermeras y celadores, van encadenando contratos de meses. Hay de mes a mes, algunos de tres en tres... La situación es precaria».

Este diario ha podido hablar con varios celadores del centro, dos llevan ocho y nueve años, respectivamente, encadenando contratos temporales de corta duración, sin conseguir estabilidad. «He hecho contratos, incluso, por semanas. Empiezas un lunes, y el viernes, te dicen si sigues... Por suerte ahora tengo un contacto de tres meses», explicaba la celadora que hace ocho años que lo sufre. «Cuando llega el final de mes no sabes nunca qué pasará. A mí me han llegado a hacer un contrato de un día, para trabajar una sola jornada. Así no puedes planificar nada a largo plazo», se lamentaba el otro celador. Con todo, otro profesional explica que los contratos, a pesar de ser temporales, tienen cierta estabilidad: «Ellos te dicen que tranquilo, que aunque es un contrato de un mes te seguirán llamando...». Estas son tres voces de celadores pero el drama de la precariedad, según CGT, se produce en todas las categorías profesionales. Es el caso de los médicos, en el 2010 había 28 profesionales fijos más con respecto a los interinos y sustitutos, pero en el 2015 se ha igualado: son 149 fijos por los 146 profesionales interinos y sustitutos. Casi se iguala la cifra, sólo hay tres puestos de diferencia. Con respecto a enfermeras, Joan XXIII tenía 297 con plaza fija, y ahora son 52 menos. En cambio ha crecido el interinatge (+59) y el personal sustituto (+19).

Variación en el número de personal del Hospital Joan XXIII

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El gran recorte del 2011

Según Barra y Aragonés, Joan XXIII se empieza a recuperar ahora, de forma tímida y con mucha precariedad, de la gran sacudida que sufrió el año 2011, cuando el hospital perdió a un 14,22% de sus trabajadores. 251 personas a las cuales no se les renovó el contrato. El centro de Tarragona fue, de todos los gestionados directamente por el Instituto Catalán de la Salud, el segundo de toda Cataluña que más recortes sufrió, quedando sólo por detrás del hospital Virgen de la Cinta de Tortosa (15,64%), en que todavía ahora sigue encabezando la bajada de personal, con un 11,99% acumulado (2010 a 2015).

Esta reducción, según el vicepresidente de la Mesa de la Comisión de Salud, Martín Barra, podría haber llevado consecuencias: «Aunque resulta arriesgado hacer a una asociación directa, hay que recordar que el año 2012 la taza de mortalidad en Cataluña subió un 4,7%, casi un punto más que la taza nacional (3,8%), sin que se pueda atribuir este incremento a ningún cambio sustancial en la población o en las causas de mortalidad».

Joan XXIII, un centro maltratado

Todo el personal sanitario entrevistado por este diario –entre médicos, enfermeras y celadores– coincide en remarcar que no hay lo suficiente con la recuperación de plazas experimentada, de forma muy tímida, desde el año 2014. Afirman que Juan XXIII necesita a más profesionales para cubrir correctamente la demanda. «En mi departamento antes éramos tres celadores, y ahora me he quedado yo sola», explicaba una profesional. «Las excedencias no se están cubriendo todas. Una compañera ha cogido unos cuantos meses sin sueldo y nadie está cubriendo la plaza. ¿Qué hacen con este dinero»?, se preguntaba otra trabajadora. Aparte, critican la diferencia de ratio –número de pacientes por trabajador– de Joan XXIII con respecto a de otros hospitales públicos de Cataluña. «Tenemos una ratio de personal mucho más alta. Ni en los de Lérida ni en los de Gerona la tienen así. Creo que la influencia de Santa Tecla en el territorio siempre ha estado demasiado grande. Joan XXIII siempre ha sido dejado de la mano de Dios. Nunca ha habido una estabilidad para poder crecer, cuando un gerente se marchaba el siguiente cogía el proyecto y lo giraba. Del 2011 hasta ahora hemos tenido tres gerentes. No tenemos un proyecto serio», decía el portavoz de CGT.