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Mateo: «La reivindicación sigue siendo la misma: la Escuela Pública»

Jesús Mateo fue el primer delegado del sindicato de Enseñanza en Tarragona, escogido en las primeras elecciones democráticas del país

Mateo: «La reivindicación sigue siendo la misma: la Escuela Pública»

Mateo: «La reivindicación sigue siendo la misma: la Escuela Pública»Anna Ferran

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La primera vez que se pudo votar en España no fue para escoger presidente del Gobierno, en 1977, sino para escoger a los delegados sindicales de Enseñanza, del 1 al 5 de junio de 1976. En Tarragona votaron cerca de un millar de profesores de EGB, de los 1200 en plantilla, que depositaron su confianza a Jesús Mateo, de la Coordinadora, convirtiéndolo en el primer delegado en Tarragona. En total se escogieron 37 representantes provinciales de la Coordinadora, el sindicato más revolucionario de Enseñanza. Este año, pues, se cumplen los 40 años de las primeras elecciones democráticas en España y para celebrarlo, el actual sindicato de Enseñanza, el USTEC, reunió en Tarragona buena parte de los primeros representantes de cada provincia.

«Hace 40 años el movimiento sindical era prácticamente clandestino, una vez hicimos elecciones nos legalizaron, pero no mejoró el trato con el Gobierno. Hicimos cerca de 20 huelgas en un año, y eran unas huelgas salvajes», explica Mateo. De hecho, las huelgas de Enseñanza eran continuas y muy largas, llegando a cerrar las escuelas durante un mes entero, y con un seguimiento por parte del profesorado muy mayoritario.

Según Mateo, las demandas del sindicato partían de la escuela franquista, así que lo tenían todo por construir: «Reivindicábamos el salario digno, pero teníamos una vertiente muy social. Queríamos una escuela laica, democrática, catalana, pública y al servicio de la clase obrera». De hecho, Mateo asegura que las reivindicaciones pueden haber cambiado, amoldándose en la actualidad, pero la raíz es la misma, «la escuela pública, que el dinero público no se pueda ir a las concertadas ni privadas».

Mateo, sin embargo, considera que ya no se puede luchar de la misma manera, porque los sindicatos han cambiado y hacen «más tareas administrativas, aunque sea triste, que de lucha y reivindicación». Según el sindicalista, «los movimientos sindicales son criticados justamente por eso» y que, aunque la USTEC sigue estando en pie de guerra, la gran mayoría «se sientendemasiado cómodos con el Gobierno».

Otro elemento distintivo entre la lucha de hace cuarenta años, en una España postdictatorial, y la actual, es que «nosotros planteábamos una huelga que podía durar un mes, y teníamos el apoyode los padres. Nos reuníamos con ellos para explicárselos porque hacíamos huelga y entendían que era lo mejor para la educación de sus hijos». Así, Mateo considera que los colectivos que se declaran en huelga, no tienen el apoyode la sociedad necesario, «porque es incómodo que alguien haga huelga, pero parece que nos he olvidado que es imprescindible, es la gran arma del trabajador». El sindicalista explica que hay «mucho conformismo, y también mucho miedo. En su momento hicimos dimitir al ministro de Enseñanza, conseguimos becas de comedor, transporte escolar... Y lo conseguimos haciendo huelga, con una policía franquista todavía, muy violenta, nos apaleaban».

El sindicato actual, USTEC, a finales de los 90 participó de la fundación de la Intersindical Alternativa de Cataluña (YAK), con el fin de expandir sus ramas y así acoger a otros colectivos de profesionales, sobre todo de la sanidad.

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