La pequeña, con afectaciones en la medula, fue trasladada a Sant Joan de Déu, dónde han confirmado su recuperación
La familia Casado denuncia la «lentitud el hospital, por las consecuencias que podría haber tenido en nuestra niña»
La hija de la tarraconense Encarnación Casado, de dos años y medio de edad, se empezó a encontrar mal el miércoles pasado. «Tenía mucha fiebre, alrededor de los 38 grados y medio e incluso le salían erupciones a la piel», explica la tía abuela de la niña, Clara Casado. Al día siguiente decidieron llevarla a las urgencias del Hospital Joan XXIII. Allí, según sigue explicando la tía abuela, le hicieron uno análisis de sangre que salió correcto. «El equipo médico dijo que estaba bien, que no tenía nada más que una gripe corriente,» asegura.
Después de esta primera visita, la situación no mejoraba, así que el sábado decidieron volver a llevarla a urgencias. Clara Casado afirma que la respuesta por parte de los médicos fue la misma que el jueves. «Mi hermana, que la llevó al hospital, incluso preguntó al equipo médico si se trataba del enterovirus, y respondieron que no». Otra vez los familiares trajeron a la niña a casa, donde se pasó todo el domingo durmiendo: «No era normal, porque normalmente no para quieta», manifiesta Casado.
Este lunes, la pequeña «empezó a vomitar, hablaba muy poco y no se sostenía en pie», sigue explicando Clara Casado. «Decidimos volver a llevarla a urgencias, y los médicos actuaron muy rápidamente». Según Casado, la doctora entonces manifestó que parecía que se tratara de enterovirus, así que procedieron a hacerle las pruebas correspondientes para detectarlo. «El equipo subió a la niña a planta, y después de hacer las pruebas vieron que tenía la médula muy afectada», afirma. «Actuaron muy rápido, y por la noche la trasladaron a Barcelona, en el Hospital Sant Joan de Déu». No fue hasta llegar allí, según sigue explicando la tía abuela de la pequeña, que también vieron que tenía una parte del cerebro inflamada: «Parecía una meningitis. Por suerte, la medicación actuó rápidamente y mi nieta ya empieza a sostenerse en pie y a recuperar la movilidad», afirma, aliviada.
La familia de la pequeña cree que «el equipo médico del Joan XXIII nos atendió muy bien y muy rápidamente este lunes, pero nos parece increíble que no fuera hasta la tercera visita, cuando el enterovirus ya había afectado a su médula, que se detectara la enfermedad.» Según siguen, entienden que «las pruebas no se pueden hacer a todos los niños y niñas», pero piden que se tendría que haber actuado antes. Finalmente la pequeña se recuperará y no quedarán secuelas en su salud, según han confirmado el equipo médico del Sant Joan de Déu a la familia.