Diari Més
Rubén Llanos Gasulla

De Tarragona en Montpellier

«La primera diferencia son los horarios a la hora de comida»

Rubén Llanos se ha marchado a Francia para estudiar y para continuar adelante con una de sus pasiones, que es el baloncesto

Rubén Llanos tiene el baloncesto como a su máxima pasión.

«La primera diferencia son los horarios a la hora de comida»Cedida

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—Cómo ha sido su trayectoria profesional hasta ahora?

­-Todavía estoy estudiando.

—¿Qué motivos lo llevaron a marcharse de casa para ir a vivir al extranjero?

­-Mi entrenador de baloncesto actual de Montpellier me vio en un torneo en Barcelona y me propuso que viniera a jugar a su equipo y a estudiar en Montpellier.

-¿Cuál fue su primera impresión del país al llegar?

­-Mi primera impresión cuando llegué fue la gran diversidad de culturas que vi. Aquí en España y en Cataluña no estamos tan acostumbrados a ver gente de muchos orígenes diferentes. Cuando llegué el primer día al instituto eso es lo que más me sorprendió: ver gente de todas las razas posibles y de todas las mezclas posibles. Eso es lo más bonito que encontré.

–¿Fue muy sorprendente el cambio o fue, más o menos, tal y como se lo había imaginado?

­-Al final, mi día a día era estudiar y después ir a entrenar, como siempre había hecho hasta ahora. Obviamente, no estar ni en tu casa ni en tu ciudad ni siquiera en tu país, hace que todo cambie un poco. Pero todo pasó muy rápido y me acostumbré desde los primeros días.

–¿Cuáles son las principales diferencias entre Montpellier y su casa?

­-La primera diferencia que noté fue en los cambios de horarios a la hora de comida. Acostumbrado a comer después del instituto a dos cuartos de tres o las tres, aquí como a las doce del mediodía todos los días. También, acostumbrado a cenar después de mis entrenamientos sobre las diez o las once de la noche, aquí ceno sobre las siete de la tarde. Los primeros días eso se me horrorizaba y casi no tenía hambre, pero como todo, al final te acabas acostumbrando, no te queda otro. También me gustaría destacar que aquí el instituto lo acabo a las cuatro de la tarde, pero es verdad que tenemos muchas más pausas y muy más tiempo para comer. Yo, en España acababa a las dos y media y ya no volvía por la tarde. Acabar a las cuatro este año, al principio, se me hacía un poco largo, pero tampoco se hace tan pesado como parece. Por último, también quiero destacar que en Francia todos los estudiantes cada siete semanas de curso tenemos dos de vacaciones. En cambio, en España sólo tenemos pequeñas vacaciones cuando hay algún puente o alguna fiesta.

–¿Cuáles son los lugares más característicos de su nueva ciudad de acogida?

­-El primero que me viene en la cabeza es la plaza principal de la ciudad, se llama la place de la Comedie. No importa a qué hora vayas, que siempre habrá mucha gente. También hay que destacar todos los restaurantes de entrecots con patatas fritas que hay por toda la ciudad. Se ha convertido en mi plato preferido.

­–¿Cómo se está viviendo la crisis en su país de residencia?

­–El paro es mucho más bajo que en España y el sueldo mínimo bastante más alto. Pero también hay que destacar que casi todo es más caro. También me gustaría destacar que cada sábado hay los chalecos amarillos manifestándose por todas partes.

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—En estos momentos en que las cifras de paro en España no paran de crecer, ¿cree que el país donde vive actualmente es un buen lugar para que los más jóvenes puedan buscar y encontrar trabajo?

­-Sí, porque como ya he dicho el paro aquí en Francia es mucho más bajo.

–¿Desde que llegó, ha vivido o le ha pasado algo curioso que no se hubiera imaginado nunca?

­-Des del primer fin de semana que llegué, empezaron las manifestaciones todos los sábados de los chalecos amarillos y que duran hasta hoy en día. De hecho, este fin de semana es el trigésimo fin de semana de las manifestaciones.

– ¿Qué es lo que más echa de menos de casa?

­–Todo. Cuando vengo porque tengo vacaciones, me doy cuenta de que me encanta Tarragona y siempre tengo ganas de dar una vuelta por todas partes para volver a ver mi ciudad. Obviamente, también lo que se echa más de menos es la casa de uno. Y dentro de mi casa, destacaría dormir en mi cama y la comida.

– ¿Quécostumbre del país actual se llevaría hacia Cataluña?

­-La costumbre de comida crepes y huevos para desayunar.

–¿Tiene intención de volver pronto o de momento no?

­-Sinceramente, todavía no tengo ni idea de lo que haré el próximo año, quizás me quedo aquí a estudiar, quizás vuelvo a España, todavía no lo sé.

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