Diari Més

«Aquí todos los trabajos son importantes, te valoran y tienes oportunidades de ascender»

Una amiga convenció a esta tarraconense para salir de su zona de confort y hacer las maletas en «un impulso» que la ha llevado a Inglaterra

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El pasado 23 de febrero hizo dos años que Iulia Todoran aterrizó en Londres. Tarraconense y con 25 años, trabaja ahora como supervisora de restaurante para la empresa italiana Carluccios a la espera de poder, en el futuro más próximo, hacerse su propio sitio en el mundo de la moda.

—¿Qué motivos la llevaron a marcharse de casa para ir a vivir al extranjero?

—¡Eso es divertido! Fue por un impulso, no fue una decisión meditada. Una amiga, Lara Mediano, ya vivía aquí y vino a Tarragona de vacaciones. Estábamos tomando algo, hablando de cómo le iba allí y me dijo: «¿Por qué no vienes a Londres?». Empecé a pensar que sería una buena oportunidad para independizarme, ponerme a prueba. Empezar de cero, sin hablar la lengua, fue unchallenge .

—¿Cuál fue su primera impresión del país al llegar?

—Nunca había estado en Inglaterra. Me pareció todo muy gris y viejo, al principio. Era todavía invierno y vivía en un barrio que no era unos de los mejores. Después, empecé a descubrir los parques como lugares únicos y muy bonitos. Hay muchas cosas para ver y para hacer en Londres. Es una ciudad muy activa. Quizás demasiado, a veces.

—¿Fue muy sorprendente el cambio o fue, más o menos, tal como se lo había imaginado?

—Me pensaba que sería peor, que me costaría encontrar trabajo, aprender inglés, encontrar piso, hacer amigos o estar sin la familia. Eso último me daba mucho miedo. Sin embargo, encontré trabajo. El segundo día que llegué hice amigos en el mismo trabajo y con una de las chicas vivo desde entonces. Al principio me tiraba para atrás el hecho de que aquí no eres puedes alquilar un piso sólo para ti ya que es muy caro y yo llegaba de estar siempre en casa de mama. Otra cosa fuerte son los horarios que tenía en el trabajo. Trabajaba de once de la mañana a once de la noche. Nunca tenía tiempo para nada más y cuando era el día libre estaba demasiado cansada para hacer nada.

— ¿Cuáles son las principales diferencias entre Londres y su casa?

—Los hábitos alimenticios, sobre todo. No hay nada mejor que nuestra dieta mediterránea. Aquí es muy difícil encontrar productos frescos y buenos. Básicamente ahora que soy un poco vegetariana a causa de eso. En general se come en la calle o restaurantes. Tradiciones, desde que estoy aquí no las sigo porque estoy sola y normalmente en Navidad o los días de fiesta es cuando más trabajo tenemos en el restaurante y en el hotel.

—¿Cuáles son los lugares más característicos de su nueva ciudad de acogida?

—No es nada que no vemos en Tarragona, sólo que quizás todo está en un formato mayor. Y eso es lo que me sorprende. A mí no es una ciudad que me haya impresionado, pero lo que sí que encuentro muy bonitos son los parques. Recomiendo ver Holland Park o Richmound Park. Son mis preferidos. También hay uno que se llama Primrose Hill desde donde se puede ver todo Londres. A quién le guste salir, Soho o Camden están llenos de bares, restaurantes y vida social en general.

—Qué destacaría de la manera de trabajar del país ¿Las conductas son similares o diferentes a las del Estado español?

—Lo que destacaría de la forma de trabajar son las oportunidades que las empresas que te dan para avanzar. En España yo eso no lo he visto o no he tenido la oportunidad de ver. Aquí todos los trabajos son importantes y te valoran. Pero también hay empresas familiares o particulares que juegan con la gente y no dan las mínimas condiciones. Depende de la suerte y de la vista que tengas.

—Desde que llegó ¿ha vivido o le ha pasado algo curioso que no se hubiera imaginado nunca?

—¡Y tanto! Al principio no conocía la ciudad y me desplazaba con una aplicación que se llama Citymapper, que recomiendo utilizar para las personas que viajan. Una noche salí para tomar alguna cosa con unos amigos y me perdí de ellos. Mi teléfono se quedó sin batería y no sabía volver a casa, y tampoco hablaba mucho el idioma para pedir ayuda. Al final llegué a una estación que conocía.

—¿Qué es lo que más echa de menos de casa?

—La familia, claro está. Después la comida y el sol que tenemos allí, la buena vida.

— ¿Tiene intención de volver pronto o de momento no?

—Todavía no he pensado en volver, pero sí que tengo la intención y ya empiezo a echar de menos Tarragona.

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