Diari Més

«A las cinco o a las seis de la tarde, todo el mundo está en casa»

Enric Milà estudia el doctorado European Molecular Biology Laboratory

El tarraconense en una visita a la Puerta de Brandeburgo, en Berlín.

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El tarraconense Enric Milà vive en Heidelberg (Alemania) desde hace casi dos años. Actualmente, y después de trabajar mucho, Milán estudia un doctorado en el mejor centro de investigación en biología molecular de Europa. El joven tarraconense está haciendo realidad sus sueños.

—¿Qué motivos lo llevaron a marcharse de casa para ir a vivir en el extranjero?

—Me marché por primera vez a hacer el Erasmus. Me lo recomendó un tutor de la carrera (grande amigo ahora) y, finalmente, me decidí. Cambió mi punto de vista, lo hizo más mayor. Me hizo sacar el miedo a viajar y vivir otras experiencias. Cuando me salió la oportunidad de Heidelberg, no me lo pensé.

—¿Cuál fue su primera impresión del país al llegar?

—La primera impresión fue seguramente: ¡Cojones qué frío que hace!, pero ahora ya me he acostumbrado al frío de aquí y no hay por tanto. Aquí tienen costumbres diferentes y aunque la mayoría de días festivos son los mismos, las tradiciones no lo son.

—¿Cuáles son las principales diferencias entre Heidelberg y su casa?

—Las principales diferencias que encuentro son: los horarios, aquí todo se hace más pronto, no utilizan demasiado el aceite de oliva, utilizan mantequilla casi siempre, raramente encuentras pescado fresco y, si lo encuentras, es muy caro, ponen pepino en todas partes. Los días festivos suelen ser similares, pero las tradiciones son totalmente diferentes y cuando intento explicar las de casa, las de Tarragona y Cataluña, se los hace bastante extraño o se ríen, por ejemplo, como el tió de Navidad o se quedan impresionados cuando ven castells.

—¿Cuáles son los lugares más característicos de su nueva ciudad de acogida?

—Es obligado visitar el castillo, está en escombros pero es muy bonito y, desde uno de los miradores, se ve toda la ciudad.

—¿Qué destacaría de la manera de trabajar del país? ¿Las conductas son similares o diferentes de las del Estado español?

—Son bastante diferentes, especialmente los horarios comerciales, por ejemplo, el domingo está todo cerrado, sólo las tiendas de pan tienen permiso para abrir y sólo hasta las once de la mañana. La gente en el trabajo está centrada, trabajan ocho horas al día seguidas y normalmente sólo paran una hora para comer. A las cinco o seis de la tarde casi todo el mundo está en casa.

—¿Desde que llegó ha vivido algo curioso que no se hubiera imaginado nunca?

—¡Hacer una calçotada en Alemania con calçots y salsa de Valls no tiene precio!

—¿Qué es lo que más echa de menos de casa?

—Mi familia sobre todo y mis amigos de toda la vida, cada vez cuesta más verlos.

—¿Qué costumbre del país actual se llevaría hacia Cataluña?

—El horario de aquí, ahora que me he acostumbrado, me parece genial y soy mucho más productivo. También las cervezas. No tienen ni punto de comparación con las de Cataluña.

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