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El PSC gana en once de los trece colegios electorales de Reus como hizo en 2003 y en 2007

Igual que con los últimos mandatos de Lluís Miquel Pérez, Joan Rebull y la escuela Prat de la Riba han sido los dos centros que no se han teñido de rojo

Partit més votat a cada col·legi electoral.

El PSC gana en once de los trece colegios electorales de Reus como hizo en 2003 y en 2007Diari Més

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El PSC fue la fuerza más votada en las elecciones municipales, dieciséis años después del último precedente. Un 23,89% de los electores consideraron que el equipo encabezado por Sandra Guaita es el más preparado para gobernar la ciudad. La confianza se tradujo en ocho concejales, el mejor dato desde el 2011, y 8.641 votos, casi 3.000 más que el partido que ocupa el segundo lugar del podio, ERC (cinco concejales y 5.652 votos). La ventaja se tradujo, también, en un dominio abrumador en el análisis de los colegios electorales. El proyecto socialista fue aceptado masivamente en norte, sur, este y oeste de la ciudad.

El PSC fue el partido más votado en once de los trece puntos, un escenario que no se repite desde la victoria de Convergència i Unió y Carles Pellicer en 2011. Los dos únicos lugares que no se tiñeron de rojo serían el poliligero Joan Rebull, donde ERC se llevó el 24,08% de las papeletas, y la escuela Prat de la Riba, donde Junts acabó con el puño en alto con el 22,35% de los votos. Curiosamente, este último colegio ha sido, históricamente, feudo propicio al espacio convergente y postconvergente. También lo era el espacio de Joan Rebull, aunque la hegemonía llegó a su final en los comicios de este año.

En los dos últimos mandatos socialistas, el dibujo electoral fue mimético. Tanto en 2003 como en 2007, el partido liderado por Lluís Miquel Pérez extendió las alas y sedujo a los votantes de once de los trece centros que guardaban las urnas. Tan sólo se escaparon de su dominio el Prat de la Riba y Joan Rebull, como pasó este 28 de mayo. En 1999, se tuvieron que conformar con el triunfo sobre diez puntos de votación: EUiA fue capaz de llevarse la victoria en la escuela Rosa Sensat.

Volviendo al 2023, respecto a la división por distritos, el PSC se impuso en siete de los diez en que se divide la capital del Baix Camp. Tan sólo el centro y el norte adoptaron tonalidades de otros colores. El sexto distrito, que coge parte de los barrios Ample, Niloga, Sant Jordi, Gaudí y Mineta, se pintó con el color amarillo republicano. Por otra parte, el turquesa de Junts estampó el primer distrito –con partes de Mercat Central, Carme y núcleo histórico– y el noveno, que se extiende septentrionalmente y que incluye las urbanizaciones del Pinar y Sant Joan y el barrio de Pelai, entre otros.

Segunda fuerza

Conocer cuál fue la segunda fuerza más votada en cada sector también ayuda a entender la configuración definitiva del consistorio. ERC consolida su medalla de plata, ya que fue el segundo partido más escogido en siete colegios diferentes. A su vez, Junts lo hizo en tres –poliligero Joan Rebull, escuela General Prim e Institut Baix Camp.

El mapa adopta, sin embargo, dos tonalidades más. Vox, que debutará en el pleno con tres concejales, sumó 903 votos entre el Pabellón Olímpico Municipal y la escuela Rosa Sensat, donde quedaron sólo por detrás del PSC. Simbolizan un 23,82% de los que recaudaron. Ara Reus subió al segundo peldaño del podio en el CEIP Cèlia Artiga. En este centro, Junts cayó a la quinta posición y el PSC obtuvo el porcentaje de votos más alto de los comicios. Un 34,58% de las papeletas contenían el nombre de Sandra Guaita.

El reparto por distritos es todavía más polarizado y cuatro formaciones se han repartido los subcampeonatos. ERC se llevó cuatro, provenientes del centro y el norte de la ciudad, mientras que Junts conquistó dos reductos en el centro-oeste. Sin embargo, Vox fue el segundo partido más votado en tres distritos, todos ellos, en el sur. De hecho, con la excepción del poliligero Ciutat de Reus, Vox sólo superó el 10% de los votos en los colegios meridionales o del este. Adicionalmente, Ara Reus fue la segunda agrupación del distrito décimo, en el este, articulado entre el polígono Dina y la urbanización Mas Carpa.

Si bien en la mayoría de los colegios la clasificación de los cuatro partidos más votados se mantuvo estable, con una rotación entre PSC, ERC, Junts y Vox, hay tres casos adicionales que se saltaron la norma. En las escuelas Pompeu Fabra y Prat de la Riba, la CUP ocupó la cuarta posición de la lista y, en ambas situaciones, dejó atrás a Julio Pardo Rodríguez y compañía. En el Pabellón Olímpico Municipal, Ara Reus consiguió subir, una vez más, al podio y quedarse con la medalla de bronce, mientras que ERC cayó hasta el quinto lugar. Ciutadans, que perdió a los tres concejales que alcanzó en 2019, no pudo subir al top en ningún sitio.

Otros datos

Uno de los factores que ha resultado clave a la hora de determinar la configuración del pleno ha sido la abstención. 36.354 electores, un 49,73% del total llamado a las urnas, prefirieron quedarse en casa. La baja participación dificultaba obtener al primer edil y la alcaldable de ERC, Noemí Llauradó, ya lo apuntó como uno de los motivos que explica el descenso de seis a cinco concejales de la formación republicana.

En este escenario, sólo cuatro de los trece puntos de votación vieron desfilar más de la mitad de las personas que tenían potestad de hacerlo: el poliligero Joan Rebull (59,71%) y las escuelas Prat de la Riba (56,99%), Misericòrdia (54,37%) y General Prim (52,36%). En el otro lado del espectro se encuentra el CEIP Rosa Sensat, que registró una abstención del 59,15%. Sólo fueron a votar a 2.394 ciudadanos de 5.860.

En el conjunto de los comicios municipales, las fuerzas independentistas han sufrido una fuerte sacudida. En 2019, Junts, ERC, la CUP y Primàries sumaron, juntos, 21.628 votos. Este 28 de mayo, los cuatro partidos –a pesar de qué Primàries no se presentó– contaron 13.114.

Sólo han podido retener un 60,63% de la población que, en el pasado, confió en ellos. Reus en Moviment, que ha entrado por primera vez en el tablero de juego, se llevó 1.431 papeletas, pero, con un 3,95% del global, no tendrá representación en el consejo plenario. La cabeza de lista de la CUP, Mònica Pàmies, ya interpeló al exlíder cupaire a reflexionar sobre si ha valido la pena su participación en detrimento del resto de izquierdas.

Por otra parte, a pesar de la desaparición de Ciutadans del Ayuntamiento, el bloque constitucionalista se mantiene estable e, incluso, mejora los resultados. De los 15.843 votos del 2019, entre PSC, Cs, PP, Vox y dCIDE, se ha pasado a los 16.184 del 2023, sustituyendo dCIDE por Valents. El ligero ascenso, sumado a la abstención, ha permitido al PP volver al consistorio con dos concejales, después de caer en la última legislatura, y en Vox irrumpir a la fuerza.

A pesar de la abstención, ha habido cuatro partidos que han recibido más votos estas elecciones que hace cuatro años: PSC, Vox, PP y Ara Reus. El equipo liderado por Daniel Rubio ha sido el único a quien el incremento no se ha visto traducido en más ediles: se tendrá que conformar, un mandato más, con dos.

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