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Educación

La AMPA del Pi del Burgar de Reus no ve «ninguna ventaja» en el horario partido

El Departamento de Educación ha comunicado al centro que tendrá que dar clases de ESO un mínimo de tres tardes a la semana

Imatge de l'institut escola, vist des de l'exterior.

La AMPA del Pi del Burgar de Reus no ve «ninguna ventaja» en el horario partidoAjuntament de Reus

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Las clases de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) del instituto escuela Pi del Burgar se han desarrollado, desde los inicios, en horario intensivo, de 8.30 a 15 horas. Eso, sin embargo, cambiará de cara al próximo curso. El Departamento de Educación ha comunicado al centro que los alumnos tendrán que volver por la tarde a las aulas un mínimo de tres veces por semana. «No vemos ninguna ventaja», asevera el presidente de la AMPA, Jordi Mariné.

El portavoz comenta que un 95% de las familias, según una encuesta interna, quiere mantener el horario intensivo y afirma que el sistema educativo aplicado estos años «ha funcionado muy bien». «¿Por qué el Departamento quiere cambiar un horario consensuado, que funciona, y crear problemas donde no había?», se pregunta. Mariné señala que hay «muchos puntos» que preocupan a los padres y madres.

El primero es la conciliación familiar. Las nuevas directrices, según comenta, indican que las clases de tarde serán de 15 a 16 h. y que los estudiantes tendrán una hora para comer. Teniendo en cuenta los horarios laborales, será «imposible» que algunos padres vayan a recoger a sus hijos, los lleven a casa a comer y los vuelvan a llevar al instituto para completar la jornada, de manera que los adolescentes se tendrían que quedar a comer en el comedor escolar, un hecho que implica «un coste extra para las familias». Además, apunta que el servicio no tendría capacidad para atender correctamente a todos los alumnos.

Otra de los miedos de la AMPA es que la nueva franja para dar clases derive en «absentismo escolar» y «que baje la educación» de la escuela. «Los niños de tercero y de cuarto de ESO, que tienen 14, 15 y 16 años, y que los padres no están tanto encima de ellos, quizás dirán que, ya que han salido para comer, prefieren ir al parque o a casa de un amigo y no volver por la tarde», expresa Mariné.

«Nos da mucho miedo eso y creo que no tiene ningún sentido cambiar el proyecto del Pi, que hace diez años que funciona muy bien», valora. Con respecto a la competitividad de centro, el representante de las familias teme que algunos alumnos cambien de instituto porque tienen alternativas cerca «con mejores horarios».

Los padres y madres de los estudiantes del Pi del Burgar conocieron la noticia la semana pasada. Hasta ahora, han dirigido una carta al director de Servicios Territoriales de Educación pidiendo una reunión para exponer los diferentes puntos de vista. «Si nos preguntan, les podremos decir qué pensamos, pero no nos escuchan», lamenta Mariné.

Si no se obtiene una respuesta pronto, algunos progenitores ya han planteado la posibilidad de organizar manifestaciones silenciosas o una pequeña huelga en el seno de la escuela. «Pedimos que el Departamento de Educación rectifique y podamos continuar con el horario intensivo a la ESO», concluye el presidente de la AMPA.

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