Las personas con trastorno del espectro autista (TEA), cuando quieren practicar deporte, a menudo se encuentran incapaces de encajar en ningún equipo. Son excluidas de las competiciones ordinarias por sus capacidades motrices; tampoco forman parte de la liga Genuine porque su afectación no coincide con una discapacidad intelectual. Ayer se empezó a escribir una nueva historia.
Sobre el césped del campo de La Pastoreta, el Supera't TEA, de Reus, y el RubíTEA disputaron el primer Torneo de Futbol TEA. El reglamento, elaborado por los participantes, era prácticamente idéntico al deporte normativo. Las variaciones eran que no había fuera de juego ni cesiones, los cambios eran ilimitados y se podían hacer en cualquier momento y la acción tenía un límite de tiempo de 15 minutos. «Visualmente, no se notaba nada, las imágenes son normalizadas», valora la presidenta de la asociación Supera't, Mònica Bellido. También se redactó una «guía de gradería» para garantizar el buen comportamiento de los aficionados y el respeto hacia los jugadores y el árbitro. Cuando el colegiado silbó el final del duelo, no se determinaron los perdedores. Todos eran ganadores y, como tal, recibieron medallas. Faltaba, sin embargo, un segundo encuentro, donde se podía sumar cualquiera que quisiera, tuviera o no TEA.
Por la tarde, espontáneamente, se organizó un tercer partido. La jornada futbolística se celebró ayer en el marco de la primera Festa de l'Esport de la Federacin Catalana d'Autisme. Unas 200 personas se acercaron al campo de La Pastoreta para vivir una jornada «deportiva, lúdica y reivindicativa», en palabras de Bellido, que sirvió para poner de manifiesto las carencias del colectivo.
Aparte del deporte rey, tampoco faltaban juegos tradicionales, inflables, espacios para dibujar ni circuitos de habilidades. «Ahora no tenemos traba. Hay un principio, pero no un final», concluye Bellido.
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