Reus valora la incorporación de vehículos 100% eléctricos a la recogida de la basura

El Ayuntamiento de Reus pone en marcha este mes de marzo una prueba piloto con dos modelos de vehículo de recogida de la basura 100% eléctrico. La prueba se hará con una unidad de cada tipo de vehículo y, en función del rendimiento, se valorará la incorporación progresiva de estos modelos eléctricos al servicio de recogida, especialmente en el centro de la ciudad y en las zonas comerciales.

Aun así, estos vehículos entrarán a reforzar el servicio pero no sustituirán a los convencionales, los de combustible fósil o de gas, al menos en los próximos años. Los dos modelos que se probarán son un camión eléctrico de recogida sostenible con carga lateral y un vehículo auxiliar para la recogida comercial. El camión de carga lateral es de 27 toneladas con capacidad de 22 m3 y un rendimiento de hasta 200 kilómetros de autonomía.

El motor, 100% eléctrico, se alimenta con un pack de baterías de litio de 240 kWh de capacidad y se carga en aproximadamente 5 horas. El modelo también reduce significativamente la contaminación acústica respecto de los modelos de combustible fósil. Este tipo de camión ya se ha incorporado al servicio en algunas ciudades del Estado Español como Alcalà de Henares o Guadalajara, donde el servicio de recogida de residuos está gestionado también por Valoriza.

El otro vehículo se probará para hacer la recogida comercial en el centro de la ciudad. Este modelo de camión pesa 7,5 toneladas y tiene una autonomía eléctrica de más de 230 kilómetros. Las primeras unidades de este modelo llegaron al Estado Español en el mes de enero de 2023 y actualmente se está probando para varios usos, desde el reparto de paquetería a otros servicios urbanos. El uso de este modelo se calcula que puede ahorrar unas 20 toneladas de CO2 al año con respecto a su equivalente de combustión.

La incorporación progresiva de vehículos eléctricos al servicio de recogida de la basura supondrá una mejora añadida en la calidad ambiental del servicio; la reducción de las emisiones de CO2 y también una reducción significativa de la contaminación acústica.