La reanudación castellera coge impulso al Mercadal de Reus y vuelve a ver los ocho pisos

El mundo casteller ha puesto este domingo una marcha más en su reanudación con la plaza del Mercadal como telón de fondo. La de Reus ha sido la primera festividad desde el inicio de la pandemia que reunía diversas de los principales grupos del país. De hecho, siguiendo su carácter bianual, es la única de las citas marcadas en rojo en el calendario que no se ha perdido ninguna edición en dos cursos. Aunque ahora lo menos importante son los resultados, anteel consistorio reusense se ha vivido una imagen muy rara de ver el último año y medio. Los Castellers de Vilafranca se han anotado el primer castillo de ocho de la reanudación con un 4de8. Por su parte, els Xiquets de Reus, la Colla Jove Xiquets de Tarragona, la Colla Vella dels Xiquets de Valls y losCapgrossos de Mataró han apostado por la gama alta de siete.

Todavía quedan cosas a medias, pero la actuación de este domingo empezó a parecerse a la normalidad castellera. Sólo 160 miembros por colla y distancia entre las formaciones –no se pueden ayudar entre ellas–, mascarillas o público sentado, pero con la certeza de que poco a poco se van dando pasos adelante. Y el que se se ha hecho en Reus fue uno de los más importantes hechos hasta ahora. Resultados aparte, el simbolismo de la misma festividad ya pone encima de la mesa la importancia que ha jugado la plaza del Mercadal en el contexto casteller actual. El público, consciente del paro, ha sabido valorar todos los castillos, por muy lejos que estén todavía de lo que se había visto hasta el 2019. Y los miembros de los grupos, contentos de estar en plaza y reencontrarse con amigos –más que no rivales– con un color de camisa diferente del suyo. Los abrazos han sido la tónica habitual del mediodía.

La festividad del Mercadal se ha iniciado puntualmente con un pilar de cuatro de cada uno de los grupos mientras sonaba Los Segadores. Los anfitriones, los Xiquets de Reus, rompieron con el guion y abrieron plaza con un 3de7 que rozó la perfección. Los aplausos y la celebración de los de la camisa avellana y del público no era para menos teniendo en cuenta que volvían a hacer castillos en su plaza predilecta. A continuación llegaron las primeras estructuras de la gama alta de siete. En una ronda que funcionó prácticamente como conjunta, la Vella de Valls y se anotó el 4de7 con aguja sin complicaciones. Por su parte, los Castellers de Vilafranca iniciaron su festividad con un 5de7, mientras que los Capgrossosde Mataró se apuntaron el 3de7 y la Jovede Tarragona el 4de7.

Abrió la segunda ronda el Colla Vella. Lo hizo con un 5de7 con la banda del dos demasiado alejada de la rengla. Un grito surgido desde la piña verde precedió el momento casteller de la jornada y, seguramente, desde que empezó la pandemia. Los Castellers de Vilafranca descargaron el primer 4de8 de la reanudación. Eso sí, no fue un carro grande como los de hace dos años. La estructura subió lenta y segura, pero tardó a coronarse. Con chiquillos nuevos y estrenándose en los ocho pisos, el acotxador tuvo dificultades para llegar arriba del todo. La ejecución se alargó y eso obligó a trabajar a los castellers vilafranquins durante la descargada, muy celebrada por la plaza. Mientras tanto, los Xiquets de Reus completaron un 4de7 sin problemas, de la misma manera que el 4de7 con aguja de la Jove, estrenado este domingo. Este castillo sí que llevó algún quebradero de cabeza a los Capgrossos, aunque lo pudieron completar.

La última ronda se saldó con los 3de7 de la Vella y la Jove, los 4de7a de Reus y Vilafranca y el 4de7 de los Capgrossos. Todos ellos sin demasiadas dificultades. La diada se cerró con varios pilares de cinco y de cuatro.

«Veníamos a disfrutar de los castillos que hacíamos. Era igual la altura», celebraba Eduard Valls, cocabeza de colla de los Xiquets de Reus. Al frente del Colla Jove, Jordi Alomà afirmaba que estaban «contentos con una actuación ya lo bastante normal». Por su parte, el cap de colla de la Vella, Albert Martínez, lamentaba el límite de 160 castellers: «Estamos contentos de estar en plaza, pero muy desilusionados. No estamos todos».