«La cultura ha tenido que adaptarse y reprogramar, pero no se ha detenido»

Responsables del InstitutMunicipal Reus Cultura –que incluye los Museus de Reus y el área de Festes y de Festivals–, el consorcio del Teatre Fortuny, el del Teatre Bartrina, las Biblioteques Municipales y el Servei d'Assessorament Lingüístic hicieron balance ayer de los últimos 12 meses, marcados por la irrupción de la covid y donde «la cultura ha sido una de las primeras y grandes damnificadas, y seguramente será de las últimas que acabarán de restituirse». En este periodo, en qué, tal como apuntaba el concejal de Cultura, Daniel Recasens, «hemos tenido que adaptarnos a la situación y también hemos tenido que reprogramar, pero nunca nos hemos detenido», las diferentes ramas de la concejalía han ofrecido a la ciudadanía más de 150 actos entre conferencias, conciertos, funciones de teatro, exposiciones, proyecciones de cine, concursos, lecturas, festivales o fiestas mayores. Algunos han sido en línea y otros, cuando la situación sanitaria así lo ha permitido, presenciales.

El Ayuntamiento relanza ahora la marca Reus Cultura, que estrena imagen a partir de los elementos decorativos de la Casa Rull, y crea una gama de productos. De cara al futuro, elaborará un mapa cultural que tiene que permitir «que cualquier persona geolocalice los espacios con interés cultural mientras camine por la ciudad» y que «será una app que todo el mundo se podrá descargar gratuitamente en el móvil». También llevará a cabo un «estudio macroeconómico del sector cultural» con las ciudades de la Xarxa Transversal de Municipis, con la finalidad de obtener los «indicadores macroeconómicos para visibilizar la contribución del sector cultural al PIB y al empleo, el volumen de negocio y el grado de dependencia pública», y que empezará a andar a través de la elaboración de un censo y de una encuesta.

Pilar Puig, gerente del InstitutMunicipal Reus Cultura, explicaba ayer el «gran trabajo, bien hecho, de los técnicos de la casa» y expresaba la voluntad de «ir en más público y a más financiación». Por su parte, Cristina Garreta, al frente de las Biblioteques, apuntaba que «desde el primer momento tuvimos claro que la lectura era una actividad fundamental» y que, por eso, «hicimos actividades en línea, presenciales cuando se ha podido y también híbridas». Marc Ferran, jefede los Museos, a su vez, explicaba que «hemos establecido un espacio de reflexión que se ha traducido en Estratègies 2025 Museu de Reus» un plano eestratègic que «se irá repasando cada año». Desde el consorcio del Teatre Fortuny, Josep Margalef recordaba que las restricciones «nos obligaron a devolver 8.000 entradas, y a reprogramar hasta cuatro veces algunos espectáculos» y desde el Bartrina, Núria Moragues concretaba que «hemos aprovechado para resolver objetivos que teníamos pendientes, como el de las producciones, y hemos dado siete». Finalmente, Iolanda Fontgivell, la jefa de Festes i Festivals, recordaba que «para|por Sant Pere i Misericòrdia tuvimos planes A, B e incluso C, pendientes de cómo evolucionaba todo».