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Movilidad

Cerca de 200.000 coches han aparcado en la zona azul del Sant Joan de Reus en un año

Los usuarios y la FAVR reclaman que se pueda estacionar gratis en el Hospital, a pesar de valorar positivamente el asfaltado del solar

El área azul tiene 320 plazas, parquímetros inteligentes y entró en funcionamiento a finales de 2019.

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El área azul de estacionamiento del Hospital Sant Joan de Reus ha registrado, a lo largo de 2020, a un total de 189.125 usuarios, según datos facilitados por el Ayuntamiento. La cifra hace referencia a la práctica totalidad de la vida de esta área, teniendo en cuenta que Reus Mobilitat i Serveis la puso en funcionamiento a principios de diciembre de 2019. Las mismas fuentes concretan que, en este periodo, la media de afluencia de usuarios se ha situado en unos 763 por día, y recuerdan que «entre el 13 de marzo y el 10 de mayo» por la primera oleada de covid y el confinamiento, el servicio se suspendió.

La mayor parte de la actividad se concentra, según las mismas fuentes, «de lunes a viernes en horario de mañana». En detalle, cuando más vehículos aparcan en la zona azul –hasta un 74%– es de 8 a 14 h., probablemente coincidiendo con el horario de pruebas diagnósticas en el Hospital, gran parte de las cuales se desarrollan durante la primera mitad del día. Así, «el 95% de los coches estacionan de lunes a viernes» mientras que el sábado es el día de la semana donde se ha detectado que la afluencia es menor. El Ayuntamiento no detalla la recaudación económica del primer año de vigencia del área azul.

El aparcamiento tiene 320 plazas y funciona sin ticket. La tarifa es de 50 céntimos la hora, con un máximo de 2 euros por 24 horas, y el horario de pago es de 8 a 20 h. sin pausa al mediodía. El área azul se levanta sobre un extenso solar de titularidad municipal donde, antes, los conductores aparcaban de manera descontrolada y gratuita. Su puesta en marcha generó un fuerte rechazo entre la población, que todavía es vigente hoy día.

Pilones en los terrenos de los alrededores

Personas que acudían ayer con su vehículo particular al Hospital lamentaban que el Ayuntamiento ha cerrado con pilones el paso en los terrenos adyacentes al Sant Joan y que «ahora, o atraviesas la carretera y vashacia Sant Josep Obrer, o aquí es imposible dejar el coche y no pagar». La mayoría reconocían las ventajas que el solar –que antes era de tierra y resultaba impracticable los días de lluvia– se haya asfaltado pero consideraban que se trata de una «inversión que tendría que haber hecho el Ayuntamiento como servicio público, sin hacer pagar ahora a quien aparca aquí, que son usuarios de un hospital que no vienen por gusto ni para pasar un rato de ocio» o que «al menos habría que haber dejado más plazas de zona blanca y no las cuatro que hay en la puerta». En este sentido, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Reus (FAVR), Marcos Massó, valoraba ayer que «dejar el coche en esta zona azul es bastante económico, no es la zona más cara que hay y es útil para quien sólo vaya puntualmente» pero admitía que «tendría que ser gratis porque incluso pagamos para ir a ver a los familiares en el hospital». Con todo, decía, «la obra que se ha hecho es buena» y «cuando se hacen unos trabajos tienen un coste».

El espacio se tarifó por un acuerdo con Iridium, el concesionario de los parkings subterráneos del Hospital y el Tecnoparque, a fin de que retirara una demanda contra el Ayuntamiento con la cual pretendía cerrar el solar. Al mismo tiempo, el parking subterráneo del Hospital, que tiene 650 plazas, pasó de costar 8 a un máximo de 4 euros al día. Construir la nueva zona azul supuso una inversión de 330.880 euros.

Las primeras semanas de servicio de la zona azul del Sant Joan generaron colas de conductores y colapso en los parquímetros, donde los usuarios tienen que introducir el número de la matrícula y que tienen una mecánica de uso más compleja. A raíz de eso, el Ayuntamiento amplió de 4 a 7 las máquinas y desplegó informadores. Después, colocó estructuras de madera porque las pantallas no se veían bien con el sol. Recientemente, y en el contexto de la covid, las particularidades técnicas de los parquímetros inteligentes también han levantado quejas de los que los utilizan porque son táctiles y «todos los tocamos y no se limpian constantemente».

Hilo directo

Diego Bravo

«Antes, el solar era inseguro y eso sí que ha mejorado. Pero tendría que haber una tarjeta a precio específico para quien se tenga que ingresar».

Elena Bessó

«La gente que aparca viene a visitarse o a ver a un familiar y, encima, tiene que pagar arriba o abajo. Tendría que ser asfaltado y gratuito».

Juan Amaya

«Pagar para aparcar cerca de un hospital es un abuso, y más ahora. Venimos cuando hay una emergencia y se aprovechan que tenemos prisa».

Elena Avetisyan

¿«Si en el subterráneo ya se pagaba, por qué hacer también una zona azul? Es un hospital público y tiene que tener aparcamiento que sea gratis».

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