Diari Més
Marta Pascal

Candidata del Partit Nacionalista de Catalunya (PNC) a las elecciones en el Parlament

Política

«Hace falta conseguir el concierto económico y acordar un referéndum con el Estado»

Pascal sostiene que la prioridad del PNC es «situar Cataluña como motor del sur de Europa» y hacerlo «sin dejar a nadie atrás»

Pascal, el martes en la plaza Prim de Reus.

«Hace falta conseguir el concierto económico y acordar un referéndum con el Estado»Olívia Molet

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Marta Pascal es la secretaria general y candidata, para el 14-F, del nuevo Partit Nacionalista de Catalunya (PNC), la «fuerza que quiere levantar el país y acercar a los ciudadanos a la toma de decisiones».

—¿Por qué ha surgido el PartitNacionalista de Catalunya?

—Es una iniciativa que viene de la sociedad civil, del grupo de Poblet que pasó todo el año pasado haciendo todo un trabajo sobre como nos imaginamos Cataluña en el 2030. Después de participar más de 300 personas en 4 documentos –uno político, uno social, uno económico y uno cultural–, el 27 de junio fundamos el PNC. Venimos a romper los bloques de la política catalana y a demostrar que podemos convivir, en una misma bastante política, catalanistas y soberanistas independentistas que queremos decidir nuestro futuro a través de un referéndum pero que, sobre todo, la prioridad que tenemos es la recuperación económica y situar Cataluña como un motor del sur de Europa.

—¿Qué motiva su cambio de punto de vista?

—Más que cambio, hay un grupo de gente que, desde los ideales, hemos visto que el camino para hacer las cosas tiene que estar dentro de la legalidad. Tener ideales independentistas, como yo los tengo, no es incompatible con personas catalanistas que trabajemos por un concierto económico o para hacer que la situación del país mejore y que todo eso se haga siguiendo la línea de cosas bien hechas, de sumar grandes mayorías y no dejar a nadie atrás. Es decir, no queremos gobernar sólo para las personas que votaron el 1 de octubre sino para los 7,5 millones de catalanes. Hasta ahora no había ningún partido que defendiera eso.

—¿Cuando concibió que había esta opción?

—Me di cuenta de que, en público, la gente decía una cosa y, en privado, decía otra. En público eran grandes manifestaciones con grandes titulares y, en privado, todo el mundo decía «quizás mejor ir poco a poco, hacer las cosas de otra manera, eso o bien se hace en un referéndum acordado o no se puede hacer...».

—¿Es positivo que haya tantas opciones pugnando por un espacio heredero de Convergencia?

—El PNC no tiene mochilas, nace de nuevo. Ha llegado un nuevo momento a la política que pasa por buscar nuevos consensos, conseguir un concierto económico, para negociar con el Estado y para conseguir cuando podamos un referéndum acordado, pero que ahora la urgencia es poner en marcha una transformación del tejido económico, social y cultural del país.

—¿Qué balance hace de la situación política y del mandato?

—Es una legislatura estéril, que no ha dado una acción de gobierno para transformar el país. Hemos asistido a una disputa entre ERC y Junts, más pendientes de sus dinámicas que de gobernar. En los últimos años, la política ha sido más parte del problema que de la solución.

—¿Qué no han hecho bien los partidos unionistas? ¿Y los independentistas?

—La incapacidad del gobierno español, y de los partidos constitucionalistas, de tener empatía con Cataluña, de ver que no somos una comunidad autónoma más, de negar el derecho a decidir y el acuerdo político con respecto a un referéndum es un gran error, sumado a dar la orden a la policía para que clave tortas a la gente que va a votar o llenar el proceso de jueces. Por parte de los partidos catalanes, el tiempo ha sido un error: prometer la independencia expres, que no se puede cumplir y que requiere más realismo sobre que el país es diverso.

—¿Daría apoyo a un gobierno como el actual?

—No daremos apoyo a un gobierno donde el punto de referencia sea la confrontación, la unilateralidad y la desobediencia. En este formato de gobierno, no estaremos. Y tampoco lo haremos posible, porque pensamos que es un error. La prioridad es levantar Cataluña.

—¿La aspiración de un referéndum pactado con el Estado es viable? ¿En cuánto tiempo? ¿Depende dequién gobierne en Madrid?

—Tenemos una estación previa que es conseguir el concierto económico, pero sí que es viable. En las sociedades democráticas, lo más normal es que las grandes decisiones se tomen a las urnas. No me quiero poner un calendario porque el calendario ha sido uno de los problemas de la última década. Pero sí que hay camino y todos estamos obligados a tener voluntad política.

—¿En que se concretaría el pacto fiscal?

—El Estatuto prevé perfectamente un modelo de financiación basado en el concierto económico vasco. Nos permitiría que la Agencia Tributaria Catalana recaude los impuestos propios de la Generalitat y que el Estado le cede todos los impuestos para que los pueda gestionar todos. No me imagino ninguna fuerza política en el Parlamentque no esté dispuesta a sacar adelante una reforma así.

—¿Como partido nuevo, qué espera del 14-F?

—Queremos estar en el Parlamentpara condicionar la política catalana, cerrar la etapa de bloques, de buenos y malos. Queremos tener representación por las cuatro demarcaciones, estamos haciendo un equipo de gente atada al territorio, en el Campde Tarragona y las Terres de l'Ebre, y ciudades como Reus tienen que tener un papel fundamental.

—¿Cómo se formarán las listas?

—Hicimos un proceso para escoger a la persona que tenía que encabezar la candidatura por Barcelona. Me presenté yo y la militancia me ha tenido confianza. Ahora, hasta el día 9 hay primarias territoriales para escoger cabezas de lista de las tres demarcaciones. En Tarragona, personas que han hecho un poco pública su implicación con el PNC darán su paso adelante, gente de muy de valor. El resto es que emerja gente del resto de comarcas para que la lista represente el territorio. Después, también querremos estar en las municipales.

—¿Qué propuestas trabajará en Tarragona?

—Se tiene que hacer una reconversión y potenciación de los sectores industrial y turístico. Hay que seguir apostando para que Tarragona sea un polo de conocimiento, por la URV y para todos los centros de investigación. Y una reforma a nivel nacional del modelo sanitario, sumado a la disminución de los impuestos para no ahogar a la gente que genera riqueza. También una transformación de las infraestructuras a fin de que el territorio quede vertebrado.

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