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El INS de Horticultura crea un sistema que reduce el CO2 a través de algas

Crecen en un cilindro de 100 litros y, durante la fotosíntesis, transforman el dióxido de carbono en oxígeno

El professor Lluís Recasens lidera el projecte, on treballen alumnes del Cicle de Paisatgisme.

El INS de Horticultura crea un sistema que reduce el CO2 a través de algasOlívia Molet

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El Instituto de Horticultura y Jardinería de Reus está desarrollando un sistema que utiliza varios tipos de algas para reducir el CO2 de espacios cerrados a través de su transformación en oxígeno. Tal como explica Lluís Recasens, profesor del centro e impulsor del proyecto, el mecanismo se articula a partir de «uncilindro de 100 litros» y de la aplicación de «40.000 luxs» con el fin de reproducir dos tipos de algas: «Chlorella vulgaris i arthrospira platensis ». Esta última es laespirulina, popularmente conocida también para ser considerada un superalimento. El dióxido de carbono accede dentro del cilindro donde hay las algas, que se nutren de él y lo convierten. Tal como detalla Recasens, los «100 litros de algas equivalen a la fotosíntesis que producirían plantados unos 75 árboles de tamaño medio, con su consiguiente aportación de oxígeno». Se trata, en definitiva, de un bio-reactor que sería capaz de «oxigenar, limpiar y purificar el aire» de la estancia donde se instalara.

El estudio de laboratorio surgió, precisa el profesor, «a partir de ensayos que hacemos sobre el cambio climático y la influencia que las algas podrían tener». En este sentido, tal como apunta, los esfuerzos se han focalizado en el bio-reactor, que se propondría de inicio «a nivel doméstico, para uso particular, para poder incorporarlo a las viviendas, habitaciones cerradas, oficinas o establecimientos». El proyecto se lleva a cabo con los alumnos del ciclo superior de Paisatgisme.

Visto desde fuera, el cilindro muestra un intenso verde. Recasens detalla que «las algas se reproducen muy rápidamente por división celular» y que «los cloroplastos le dan este color, y son las estructuras encargadas de la fotosíntesis». La chlorella vulgaris y elarthrospira platensis «habitan en ríos, arroyos de agua dulce y suelos encharcados» y «tienen un índice muy elevado de captación de CO2 ». El Instituto de Horticultura y Jardinería de Reus ha optado por producirlas en bio-reactores, que son estos recipientes cilíndricos, en su caso de 100 litros de capacidad. El montaje que propicia la transformación de dióxido de carbono en oxígeno a través de la fotosíntesis de las algas cuenta con una bomba de aspiración de aire que lo conduce hasta el agua, y utiliza 40.000 luxs de luz artificial «con una aportación de macro-elementos, oligoelementos y sales». «Facilitando a las algas este alimento, luz y complementado con aportaciones de CO2 , provocamos la fotosíntesis y el desprendimiento de oxígeno», concreta Recasens. En estos momentos, el centro «está ensayando cuál es el porcentaje más adecuado de oligoelementos y de sales minerales para obtener una mayor absorción de CO2 y una producción mayor de oxígeno» y ya ha podido observar en las algas de laboratorio que «cuanta más absorción de CO2 tienen, más rápidamente se reproducen».

Usos y beneficios

El trasfondo de la creación del bio-reactor es la convicción, por parte del Instituto de Horticultura de Reus, que «todos tenemos que contribuir a resolver los excesos de CO2 en la atmósfera, tratar de reducirlos y proponer una estrategia a nivel global con el fin de disponer de un aire de más calidad mejorando, así, la salud de las personas». El profesor Recasens valora que, en este sentido, «es importante la suma de actuaciones de particulares» y que «si ponemos en marcha en nuestra casa el bio-reactor, podemos llegar a reducir un 5% el total de las emisiones de CO2 al año». En los últimos siglos, la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera ha crecido por encima de un 30% y las temperaturas no han parado de aumentar. Las algas «son clave en la reducción de CO2 ». En el contexto actual de la pandemia del coronavirus, la pregunta es obvia: ¿podría ayudar este bio-reactor de algas a limitar la propagación y la incidencia de la covid-19 a través de la purificación del aire? Recasens se muestra cauto en este sentido y dice que «la línea de trabajo puede ser interesante continuarla y explorar esta cuestión; de momento, no tenemos datos pero lo cierto es que no sería descartable».

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