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Enseñanza

El INS Josep Tapiró de Reus traslada parte de los estudios al Giny para ganar espacio

Ha llevado el Ciclo de Deportes y algunas clases al edificio de circo, y es el primero al utilizar espacios públicos para aumentar la seguridad

Estudiants hacían ayer Educación Física en la sala de ensayos del antiguo centro de las artes gestuales.

El INS Josep Tapiró de Reus traslada parte de los estudios al Artilugio para ganar espacioOlívia Molet

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El InstitutJosep Tapiró ha sido el primer centro de enseñanza de Reus al trasladar una parte de la actividad lectiva fuera de su edificio para ganar espacio y asegurar el cumplimiento de las medidas de seguridad por la covid-19. Desde finales de septiembre, ubica algunos de los estudios a dependencias del Centro de las Artes Gestuales y el Circo de Reus, en el Giny. La directora del instituto, Isabel Àvila, explica que en el Giny «hay clases, sobre todo de Educación Física, y también va el Ciclo Superior de Deportes», y sostiene que la alternativa está resultando útil para «disponer de un espacio que nos faltaba y no cruzar alumnos». La intención es que dentro del recinto se puedan llevar a cabo también las pertinentes pruebas PCR si se detecta algún positivo entre el alumnado, y el lugar podría acoger la vacunación del personal docente en el marco de la campaña de la gripe.

El Giny dejó de funcionar como centro de circo a finales del 2016 y acoge ahora la Banda de Cornetes i Tambors de Misericòrdia –que tiene los instrumentos en el aula del primer piso, y accede a partir de las 19 h. y los fines de semana– y el grupo de Teatre Estable del Baix Camp (TEBAC) –que utiliza la sala grande de la planta baja para ensayos teatrales y la sala de profesores, y accede a partir de las 18 h. y los fines de semana. Al InstitutJosep Tapiró, tal como recoge el convenio de cesión, se le abre el acceso a la planta baja y del Giny entre las 8.30 y las 15 h durante el curso 2020-2021 y con opción de una prórroga. Los espacios, que incluyen la zona exterior, vestuarios y lavabos, además de aulas y la sala que se destinaba a los ensayos de artes gestuales y que ahora hace de gimnasio, se limpiarán y desinfectarán antes y después del paso de los alumnos.

Ávila explica que, a causa de la pandemia, el InstitutJosep Tapiró, que cuenta con unos 700 estudiantes, ha tenido que realizar toda una serie de adaptaciones como «priorizar los grupos pequeños para bajar las ratios» y que «los alumnos estan repartidos en diferentes sectores del patio» y en varias franjas. Por eso, algunos utilizan el jardín del Giny para la hora del recreo. «Se ha conseguido separar los grupos y así nos faltaba lugar», añade, y detalla que «la cantina, el laboratorio o el aula de música y otros espacios ya se habían habilitado también como clases». Independientemente del virus, el centro tiene la voluntad de «crecer y aprovechar oportunidades» y trabaja con el fin de sumar nuevos estudios como un ciclo superior agroalimentario. Por eso, querría poder contar con instalaciones que le aporten más capacidad, como lo hace provisionalmente el Giny.

Otras escuelas saldrán a los parques

El concejal de Educació, Daniel Recasens, recuerda que el Tapiró fue uno de los primeros centros que solicitó espacios públicos. También hay siete escuelas que han hecho la petición por parques y plazas: General Prim en el espacio de las piscinas; Joan Rebull en la plaza del U de Octubre; Alberich i Cases en el Mas Anglès, la plaza Celdoni Vila y parque del Carrilet; Misericordia en la plaza Antoni Correig; Montsant en la calle Vinebre; Teresa Miquel en el parque Claudi Tricaz; y Vitxeta en el parque de la Urbanización Sant Joan. El Ayuntamiento, que estaba pendiente de resolver la cuestión de los seguros, ya lo ha hecho y espera ahora informes de la Guardia Urbana y que se señalizan las zonas que se utilizarán. Sobre el Giny, Recasens dice que «es un equipamiento cultural» y que mantendrá la vocación.

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