Diari Més

Algunas tintorerías abren pero deciden cerrar porque «no viene ni un cliente»

Recuerdan, a pesar de quedar excluidas del cierre global de minoristas, que «no lavamos, habitualmente, ropa del día a día» y que no podrían servir a hospitales

Uno de los establecimientos que ayer por la mañana esperaban público.

Algunas tintorerías abren pero deciden terminar porque «no viene ni un cliente»Olívia Molet

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Parte de las tintorerías de Reus abrieron ayer por la mañana al público cumpliendo con el decreto de alarma, que las distingue como excepciones en la orden de cierre global de los establecimientos minoristas. Algunas aprovecharon el servicio, después del primer fin de semana de confinamiento, para entregar encargos, aunque «mucha gente ya acudió a recoger su ropa pendiente el jueves, viernes y sábado». Otros avanzaban trabajo de plancha, con las grandes máquinas paradas. Todas las que ayer levantaron la persiana coincidían, sin embargo, en una cosa: «No ha venido ni un solo cliente a quien no hubiéramos llamado antes para entregarle alguna cosa ya terminada, no somos un servicio ahora mismo imprescindible y no seguiremos abiertos porque no parece que tenga demasiado sentido», explicaban al DiariMés desde City Sec, en la calle Antoni de Bofarull.

El orden de garantía de servicios básicos durante la cuarentena del coronavirus permite la apertura de las tintorerías, en principio, por cuestiones de higiene y de cobertura a personas que no disponen de electrodomésticos o que no están en condiciones de lavar. En City Sec apuntan, sin embargo, que «nosotros no acostumbramos a atender ropa del día a día, sino mantas, ropas delicadas o trajes» y expresan que «quien habitualmente lleva trajee y nos lo ha dejado, por ejemplo, es seguro de que tendrá más de uno».

El establecimiento, que había estado activo la primera mitad del día, decidió no continuar ayer tarde porque «sólo ha venido la gente a quien hemos llamado». Las prendas de ropa que han quedado en las tintorerías cerradas se podrán pasar a buscar una vez se levante el estado de alarma.

«Tenemos abierto pero no hay ningún tipo de movimiento», concretaban ayer desde la tintorería Molt Neto, a la plaza del Víctor. Durante la mañana, al negocio, que atiende con las puertas de par en par, «no ha entrado ninguna persona a dejarnos ningún tipo de ropa». Por eso, «ahora estamos pensando qué haremos a partir de mañana, pero parece más lógico no abrir si nadie viene».

Desde algunas tintorerías que ayer levantaron la persiana recuerdan que «no somos servicios industriales sino para la población, no tenemos máquinas de muchísima capacidad» y valoran, así, que «no podríamos ser útiles al momento de lavar, ponemos por caso, ropa de hospitales o centros médicos». Por eso, «si los clientes no venden, no hay nadie a quien podamos servir». Ante las medidas de seguridad que se tienen que tomar en la cuarentena, hay tintoreros que se sienten expuestos porestar en contacto con personas sin que se las haya indicado exactamente las protecciones que tienen que aplicar y ven un agravio con las peluquerías, las cuales harán tan sólo domicilios. Otros consideran que los consejos de distancia e higiene son suficientes y no ven en eso un problema grave.

Persiana levantada en el autoservicio

Con respecto a las lavanderías industriales, en Mesnet, que sí que lavaría ropa de centros vinculados a la atención sanitaria, había ayer movimiento y, como mínimo, la intención inicial de continuarlo. En el municipio se podían ver abiertos, también, locales de lavadoras con sistema de autoservicio, que permitían el acceso de personas y el uso de las máquinas. A su vez, el Taller Baix Camp de Reus para el total de su actividad en este contexto excepto los hogares, el servicio de recuperación de alimentos frescos y la lavandería, que hace funciones tanto para los mismos hogares como para terceros y algunas residencias, tal como concretan fuentes de la entidad consultadas por este rotativo.

Un negocio de autoservicio activo en la ciudad de Reus.

Algunas tintorerías abren pero deciden terminar porque «no viene ni un cliente»Olívia Molet

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