Diari Més

Estado de alarma

Los estancos registran colas y se entregan fiambreras en los necesitados

Paracetamol y antitérmicos se disparan en la farmacia del Mercado, que atiende a través de un plástico, y La Fira ofrecerá servicios básicos

La Farmacia Piqué de Reus ha colocado protecciones y carteles que piden pagar con tarjeta y lavarse las manos

Los estancos registran colas y se entregan fiambreras en los necesitadosOlívia Molet

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Unos 460 clientes, «muchos más de los que pueden venir cualquier día normal», habían realizado compras ayer en el Estanco del Pañol –uno de los dos que abren a Reus las mañanas del domingo– en sólo tres horas y media. Los estancos son unos de los establecimientos que, a partir de hoy, la aplicación del decreto de alarma considera servicios básicos. Por lo tanto, no cerrarán. Con todo, un goteo constante de personas formaba cola ayer en la plaza de la Sangre para abastecerse «principalmente de tabaco, pero también han arrasado con la prensa y hay que todavía venden para jugar a la lotería que no se ha detenido», explican al Diario Més las dependientas. Los paquetes de algunas de las marcas se empiezan a agotar aunque «confiamos en que nos traigan sin problema». Desde el jueves, «las cantidades que se llevan son mucho mayores; si tienen que estar en casa, nadie quiere quedarse sin tabaco y compran lo suficiente como para tener unos días».

Las trabajadoras llevan guantes por el coronavirus y esperan que «cuando vuelva a haber mascarillas en las farmacias, nos las pondremos». Realizan, de rebote, una labor social: «No son días para salir a girar, hay órdenes de quedarse en casa», indica una de ellas a un hombre que pide alguna cosa al mostrador. La cola sale del local, que atiende con las puertas de par en par, porque la mayoría de gente mantiene el metro y medio de distancia. En el estanco se pueden comprar también algunos artículos de primera necesidad. ¿Sobre si se sienten cómodas teniendo que prestar servicio mientras la mayoría de comercios bajan la persiana, se resignan y preguntan «qué tenemos que hacer? Nos tocará abrir».

Una gran demanda de fármacos

En el Mercado, donde Mossos d'Esquadra, Guardia Urbana y Protección Civil patrullaban ayer en pie para informar la población de las limitaciones de que implica la cuarentena, la Farmacia Piqué dispensa medicamentos y artículos de higiene a través de un gran plástico. Desde el establecimiento apuntan que, cuando empezaron a anunciarse restricciones de los movimientos, «pensamos que vendría mucha gente y decidimos tomar medidas y que las colas se formaran en la calle», de manera que en el interior, desde el sábado, hay sólo los profesionales.

Mascarillas y geles desinfectantes, «que se iban reponiendo por montones», ya no hay ni aquí ni en casi ninguna de las farmacias, aunque «sigue viniendo gente que pide estos productos». En las últimas horas, los clientes han empezado a comprar «paracetamol, antitérmicos, medicación para los síntomas de la gripe o termómetros» probablemente por si se detectan síntomas. Los enfermos crónicos o que se medican regularmente «también han venido con las recetas para poder quedarse en casa». Desde la farmacia recomiendan la higiene de manos pero recuerdan que «las mascarillas no son para todo el mundo». En relación a la disponibilidad, por ejemplo, de geles y de fármacos de uso frecuente o que ahora tienen mucha demanda detallan que «las farmacias, como todos, no podíamos prever la situación y nos aprovisionamos por periodos limitados». Con todo, «a nivel político se están haciendo movimientos y esperamos tener suministro a pesar de este aumento grande de peticiones».

La parroquia de Sant Joan Baptista ofrece la comida, cada domingo, a los usuarios del comedor de Càritas. Habitualmente, una treintena de comensales se sientan en mesa pero «este fin de semana, me pienso que son menos», explica mosén Pere Dalmau. Ayer, por primera vez, el ritual de «estar todos juntos y hacer un poco de fiesta» se suspendió y los alimentos se entregaron a estas personas «a través de fiambreras que nos proporciona la misma empresa de catering, porque es un servicio que no podemos dejar de prestar.» En las puertas del recinto y con los menús dentro de un carro, Dalmau pedía a los usuarios «mantener un metro y medio o dos metros e ir pasando de uno en uno» a recoger la comida. Dentro de las bolsas, zumo, ensalada y pan, además de otros productos envasados que algunos de las personas decidieron tomar al aire libre, delante de la iglesia.

Los productos ‘halal’, a domicilio

En los hornos de pan, el tráfico de vecinos también es notable. Desde el Sistaré, donde han pintado indicaciones en una pizarra y desde hoy está previsto que los clientes no entren en el local, apuntan que «sí que ha venido gente que compraba más panes de kilo para congelarlos, aunque no es un producto que se pueda guardar mucho, y también compran pastas porque ahora todo el mundo está en casa». En su caso, se sienten en parte afortunados porque, «como mínimo, podemos trabajar mientras haya mucha gente que irá en paro». Sistaré ha cerrado los espacios de cafetería igual que Panishop, que sólo vende para empotar, aconseja entrar de uno en uno en la tienda y dispone de hielo|gel de manos. El supermercado gestionado por la comunidad de la mezquita, CMR Halal, ha activado el reparto gratuito dentro de la ciudad para las personas mayores o en situación de de riesgo. El edificio de La Feria Centro Comercial estará abierto para que se pueda acceder a los locales de alimentación y de productos de primera necesidad.

El Estanco de Pañol, que ayer por la mañana superó a los 460 clientes

Los estancos registran colas y se entregan fiambreras en los necesitadosOlivia Molet

La parroquia de Sant Joan, que los domingos alimenta usuarios de Càrites, hizo menús envasados

Los estancos registran colas y se entregan fiambreras en los necesitadosOlívia Molet

Las comidas se entregaron precintadas individualmente y en bolsas

Los estancos registran colas y se entregan fiambreras en los necesitadosOlívia Molet

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