Denuncian falta de equipos de protección y presiones al personal del CAP Sant Pere de Reus

El personal que ofrece atención sanitaria, de limpieza y de gestión y servicios tanto del CAP como el CUAP Sant Pere de Reus sufre, según denuncia el sindicato USITAC, «falta de material de protección para abordar posibles casos de coronavirus» y «se ve obligado a exponerse» en el desarrollo de las tareas propias de su puesto de trabajo.

El secretario general de USITAC, Josep Tutusaus, lamenta que «los trabajadores que atienden en los mostradores están a menos de un metro de los pacientes y no disponen de ninguna barrera, no hay equipos de protección individual (EPI) para las personas que realizan la limpieza de las consultas, casi no hay mascarillas y hay trabajadores que se las han querido poner porque no se sentían seguros pero han recibido indicaciones de no hacerlo para no alarmar la población». «Cuando se detecta un posible caso el paciente tiene que circular por delante de otros boxes para pasar al lugar donde se lo revisará», añade Tutusaus, que asegura que «en caso de emergencias, el material que hay son los vestidos que se compraron por el ébola» y que «sólo cuando hay una alerta, se le da mascarilla al paciente y al administrativo». «Además», precisa, «cuando ha habido empleados que se han negado a intervenir sin unos medios mínimos, se los ha presionado». USITAC, que apunta que el coronavirus también ha hecho suspender los contactos sindicales, reclama «que todos los trabajadores dispongan de EPIs, que se sigan los protocolos de seguridad establecidos y que se haga una selección en la entrada del centro de salud». El sindicato critica que «las medidas que se toman están sujetas a la dirección particular de cada CAP y hay otros en Reus donde sí que se han creado perímetros de seguridad». Uno de ellos es «por ejemplo, el de Horts de Miró», situado bajo la recientemente abierta residencia de abuelos.

Limpiar sin tener los medios

Un episodio delicado se vivió el pasado 5 de marzo cuando, según USITAC, «se pidió a una trabajadora que limpiara un box donde había habido un caso de sarna pero, poco más tarde, la trabajadora supo que no había sido eso sino un posible caso de coronavirus». La misma empleada, responsable de la limpieza en USITAC, relata que accedió al espacio equipada para la sarna pero no por el coronavirus y que, por lo tanto, se expuso de lleno antes de que se supiera que los análisis al paciente darían un resultado negativo. Llevaba, en detalle, «unos guantes y una mascarilla», cosa que se salta todos los protocolos tanto para no explicarle la situación real como para no proporcionarle el EPI. La tarde del mismo día «se pidió a otra trabajadora que limpiara otro box del CUAP». A ella «sí que se la informó pero, cuando pidió su EPI, le dijeron que no había y que cogiera una bata, le diera la vuelta y se pusiera las mangas en las piernas como un pantalón, y entrara». Aparte de eso, la limpieza de espacios donde ha habido sospechas de coronavirus requiere tiempo e incrementa la carga de las empleadas, cuya situación USITAC ha denunciado a Inspección de Trabajo. El sindicato ha remitido una carta al gerente de la Región Sanitaria, Ramon Descarrega, informante de la falta de material.