Diari Més

Urbanismo

La prueba del raval Santa Anna acaba sin consenso entre los comerciantes

El ensayo de tres meses sobre la transformación en zona de peatones linda, con opiniones divididas, su último fin de semana

Imagen de archivo de uno de la puesta en marcha del cierre del raval, antes de que la zona fuera guamida.

La prueba del raval Santa Anna acaba sin consenso entre los comerciantesOlivia Molet

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La prueba piloto de transformación del raval de Santa Anna en una zona para peatones, puesta en marcha el 29 de noviembre y que afronta desde hoy la suya última semana de vigencia, deja balances diversos y disparidad de puntos de vista entre los comerciantes de este ámbito de la ciudad, repartidos entre el «sí» y el «no» a la aplicación definitiva del modelo que se ha estado testeando. Fuentes municipales consultadas en relación a que pasará a partir del 29 de febrero con el fin de la prueba se limitan a recordar que esta «está siendo analizada y valorada». Recientemente han tenido lugar reuniones y conversaciones entre las partes y las conclusiones «se darán a conocer a lo largo de los próximos días». Las mismas fuentes confirman al Diario Más que, paralelamente, «se está trabajando en un proyecto ejecutivo para estudiar qué modelo urbanístico se quiere». El raval de Santa Anna ha estado ejerciendo como «paseo comercial de uso únicamente para peatones» los viernes, sábados, festivos de apertura comercial y vísperas de festivos, entre las 11 y las 21 h. Este próximo fin de semana será, tal como se previó en un principio, el último de la prueba piloto.

Los tenderos que apuestan por el cierre definitivo al paso de vehículos agradecen la «calma» que se respira en la calle, donde «ahora hay más gente que pasea y se detiene a mirar los escaparates o entra en las tiendas» y, aunque al menos en algunos casos no han registrado un incremento de las ventas, tienen en cuenta que «aumentar a los clientes no es una cosa de una día por|para el otro sino que se tiene que trabajar a más largo plazo» pero que la limitación de coches y motos «sea como sea, no perjudica». La mayoría de ellos coinciden, eso sí, que la conversión en espacio para peatones «no puede quedarse tan sólo al instalar un pilón en la entrada» sino que tendría que ir acompañada de otras mejoras como|cuanto «más iluminación, cambios al aspecto de la calzada o ajardinamiento que invitara a la gente a pasar.» Algunos plantean la opción de alargar la prueba piloto «tres meses más, seis meses más o los que haga falta, en un periodo del año donde las dinámicas de compra sean las normales y no las de Navidad, y en otros días que no sean sólo viernes y sábados».

Los que se inclinan para volver a la situación anterior y que el acceso de vehículos sea plenamente libre argumentan que «las restricciones complican el trabajo de los repartidores», aseguran que «no vendemos más pero sí que generamos inconvenientes a la gente que quiere pasar en coche o a las personas con movilidad reducida» y apuntan que, en el entorno más inmediato, «tampoco hay una oferta de aparcamientos próximos y de bajo precio». Sostienen que algunos clientes, especialmente las personas mayores, han dejado de acudir a sus establecimientos los días que el raval está reservado para peatones y piden «que se demuestre objetivamente que es mejor que no circulen coches: se nos podrían dar números de las personas que han pasado por la calle a pie antes y ahora».

El paso de coches y motos

Tensiones y dificultades derivadas de la activación de la prueba piloto han provocado hace pocos días el paso al lado de la que, al momento de arrancarse la iniciativa, ocupaba el cargo de cabeza de calle en el raval de Santa Anna, Maica López. El lugar, que, por otra parte, se había orientado tradicionalmente sólo a la coordinación del alumbrado de Navidad, ha quedado así vacante. Como tendera, al frente de Atemporal Esthetic Lab, explica que «el hecho de no tener siempre vehículos circulando por aquí y no oír los cláxones ha supuesto un gran cambio en el día a día» y constata que «mucha más gente ha entrado a preguntar por los servicios que ofrecemos». «Por primera vez, hemos tenido animación por fiestas», añade. A su vez, desde Letreros y Grabados Prieto expresan que «no estaría de más alargar la prueba piloto, hacerla en otro momento del año y ser atrevidos, intentarlo entre semana. Que se acabe de comprobar cómo sería realmente el día a día y qué representaría» aunque, en todo caso, cerrar no perjudica.

En el bar La Raval de Santa Anna «no estamos peor ni mejor que antes, pero nuestro negocio dependerá, como mínimo en parte, de cómo vayan las tiendas», apuntan, y dicen que «cuando pasan los coches es fácil que nos vean y vengan después a tomar alguna cosa». En la Farmacia Ornosa se muestran «encantados» con los resultados de la prueba y, si tuvieran que escoger hoy, querrían que el raval siguiera cerrado. En cambio, en la tienda Live of Hemp consideran que «el paso de los vehículos nos daba más visibilidad». El punto de vista es similar a la Colchonería La Glòria, donde detallan que «hay clientes, sobre todo personas mayores, que han tenido que venir antes de las 11 de la mañana por|para poder probar un colchón que querían o han dejado de venir». Precisan que «si se hubiera hecho el aparcamiento en la Hispania, habría plazas a precio reducido, pero ahora parece que haya voluntad de desviarla hacia La Fira» y dicen que «otro horario, tan sólo por la tarde, sería diferente».

Luz y lugares|sitios de paro

«Las calles para peatones son el futuro hacia el cual se está caminando a nivel europeo», valoran desde Santi-Per, dónde recuerdan que «con el PSC ya se preparó toda una corona de parkings» y que el raval de Santa Anna «es una opción más sencilla que otros puntos porque tiene una réplica por detrás por donde se puede circular». Consideran que «haría falta poner luz y hacer la zona más atractiva» y que «el cierre total no es la única opción que puede haber», pero están a favor de que se haga. En la tienda Vegrà, que abrió en noviembre y, por lo tanto, no conoce el escenario anterior, precisan que «es importante que no quede nadie atrás y se tendría que tener en cuenta a las personas con movilidad reducida». Y apuntan que «si se cierra, haría falta que nos beneficiara en todos» y «podrían hacerse espacios para aparcar 10 minutos y comprar». En la Bodega La Parra han notado que «pasa a más gente» y ven con buenos ojos la zona para peatones. El parking del Simonet, aunque no tiene fachada en el raval, se ha mostrado desde el inicio contrario al cierre por|para el cambio de trazado para la circulación de vehículos y el nuevo carril a la izquierda, el cual «se encuentra muy a menudo ocupado por repartidores».

Concurso para el proyecto

El paralelo en el anuncio de la prueba, el gobierno comunicó también a la prensa la inminente apertura del «concurso público del contrato para la redacción del proyecto urbanístico de transformación definitiva del raval de Santa Anna en zona de peatones». Se habló de un sistema «versátil», con «pavimento a un único nivel tantos peatones como también de vehículos». El concurso todavía no se ha abierto aunque fuentes municipales aseguran que se está trabajando.

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