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Carnaval

Kilos de confeti ponen el color a una particular batalla entre grupos en Reus

Rosalia, un equipo de rugby, marineros, gusanos y payasos se dejaron ver al Desfile Matinal, una segunda ocasión para lucir disfraz

Las carrozas salieron a las once del mediodía desde la avenida de La Salle después de una larga noche para continuar la fiesta a ritmo de los clásicos carnavalescos.

Kilos de confeti ponen el color a una particular batalla entre grupos en ReusOlívia Molet

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La llegada del mediodía volvió a poner en las calles de Reus, ayer, vikings, salamandras, egipcios, el pleno de la Familia Addams, algún equipo de rugby y los contenedores de la basura que todavía quemaban desde la noche anterior. Todo para dar forma al Desfile Matinal, una nueva oportunidad para lucir el disfraz y dar continuidad a la celebración, que reúne cerca de 8.000 personas sólo en el desfile. Caramelos y los primeros confetis se derramaron desde la avenida de la Salle en el inicio de otra jornada festiva, con los reusenses y reusenses siguiendo punto por punto las indicaciones que el jueves había dado el Rey Carnestoltes LX.

En torno a 50 grupos participaban en esta edición del Carnaval que dejó ver a plena luz del día decenas de réplicas de Rosalia, Danny Zuko y Sandy, Mary Poppins y compañía y algunos marineros, además de mariposas o la historia completa de la Alícia de Lewis Carroll. El presidente de la Federación Reusense de Asociaciones de Carnaval (FRAC), Pere Turellols, había explicado el sábado que «este es más bien un Carnaval para que la gente participe. Venir a verlo es bonito, pero si entras lo disfrutas mucho más. No es un Carnaval de plumas como hay en otros sitios». Y añadía que «una gran llegada de juventud ha generado cuatro o cinco carrozas donde no se han mezclado con las personas mayores ni los niños. Hay gente joven que parece que, si no beben, no se lo pasan bien. Eso es una cosa que no entendemos las personas que ya venimos de antes al Carnaval. Por eso, poco a poco intentamos que comprendan que no funciona así». De hecho, la FRAC ha impulsado en los últimos años toda una serie de medidas orientadas a la limitación del consumo de alcohol en las carrozas y que restringen el acceso de personas menores de edad a los desfiles. Este año, además, el Ayuntamiento colocó puntos de agua y lavabos móviles –así como un par de puntos violeta– en el recorrido del sábado. Con todo, algunos vecinos se quejaban ayer a redes de que la situación con respecto a micciones en la calle no se había acabado de enderezar.

‘Munición’ de colores

La verdadera acción, ayer, vino por la tarde, con la Batalla de Confeti. Una vez repuesto fuerzas en la comida de grupos que toma por escenario la plaza de la Biblioteca Central Xavier Amorós, las carrozas volvieron a enfilar camino para hacer volar kilos y kilos de confeti, durante cerca de dos horas y al ritmo de los clásicos más carnavalescos que no dejarán de repetirse en las próximas horas. Desde el año pasado, la FRAC pide a los grupos un mínimo de munición con el fin de garantizar que el paseo quede teñido de colores a lo largo de la tarde. La larga noche del sábado no pesó y esquimales, gusanos y payasos, pero también mosqueteros y súper héroes que se lo pasaron bien e hicieron pasarlo bien al público que no quiso perderse esta particular cita.

Después, más hacia la noche, el Baile de Noche se celebró por primera vez en la plaza del Mercadaly trasladó, así, la juerga al núcleo de la ciudad, de la mano de Manos’ Rock. El concierto se alargó alrededor de dos horas, desde las ocho de la tarde, y sustituyó la habitual sesión de DJ que se ofrecía hasta ahora en el espacio de La Palma. La misma orquesta de versiones ya había actuado al mediodía en el Baile Vermú que acompañó las carrozas en su tradicional comida. El vermú lo puso el grupo Los Trepa Bimbirimboies.

Hoy, l'Expro-Profit

La programación de Carnaval, sin embargo, no se detiene, y hoy los más comilones tendrán oportunidad de probar las delicias culinarias de varios grupos en l'Expro-Profit, la Feria Catalana de la Consumición, que se desarrollará una vez más en la plaza Prim. Este año, se ha ofrecido a las personas de los grupos a los cuales participan al acontecimiento dos cursos de manipuladores de alimentos, que se ha adaptado a las necesidades de cada grupo y a las recetas que preparan. Además, desde la organización se trabaja para que cada año sea un acontecimiento más sostenible y que se intente minimizar el uso de plásticos para platos y vasos. Esta vez también se velará por un mejor mantenimiento y vaciado de los contenedores que se colocan en la plaza especialmente para el acontecimiento a fin de que mejore la recogida selectiva de la Expo-Profit.

Por la noche, a partir de las once, ha previsto el Baile de Mascarots, que contará con las míticas versiones de Band The Cool y el concurso de disfraces a la media parte. El Baile de Mascarots ha resultado habitualmente trágico para el Rey Carnestoltes, que acostumbra a sufrir algún tipo de accidente que acaba poniendo fin a su alocado pero muy breve reinado. El Rey Carnestoltes LX, con todo, ha sido invitado a la cita y muy probablemente acuda.

Las carrozas salieron a las once del mediodía desde la avenida de La Salle después de una larga noche para continuar la fiesta a ritmo de los clásicos carnavalescos.

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Los más pequeños también quisieron tomar parte de la lluvia de papeles.

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