Diari Més
Marc Ferran

Comisario de 'Negre sobre blanc. Col·lecció de dibuixos del Museu de Reus'

Exposición

«El dibujo es el traductor más rápido entre la idea que se genera en el cerebro y el papel»

El Museu de Reus expone una colección de dibujos de su fondo, obras de autores como Fortuny, Gaudí, Tapiró, Casas o Rebull

El director del Museo de Reus, Marc Ferran, el pasado lunes.

director del Museo de Reus, Marc Ferran, Baix CampOlívia Molet

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—¿Qué nos muestra, esta exposición?

—De entrada, queremos mostrar y poner en valor la colección de dibujos del Museu de Reus, que es muy importante, no sólo por la cantidad y calidad, sino también por el nombre de sus autores. Encontramos Galofres, Fortunys, Rebulls, Ferrans o incluso obras de Gaudí. En la exposición se muestran unos 200 dibujos de una colección que supera el millar. Pero además de poner en valor este patrimonio, también hemos querido construir un relato que explique las diferentes facetas del dibujo, desde la creación artística hasta la técnica. Por lo tanto, a la hora de hacer la selección de las obras, hemos buscado un equilibrio entre enseñar la importante colección que tiene el Museu y la construcción de este relato.

—¿Cuál es el punto de partida de este relato?

—Partimos de la idea de que el dibujo es el traductor más rápido entre la idea que se genera en el cerebro y el papel. No hay filtros. No es como la escritura, en la que necesitas conocer un código, o incluso otras técnicas artísticas: con la pintura hay que trabajar el color, con la escultura hay que modelar en tres dimensiones. Eso no deja de ser un filtro que dificulta la rapidez en la expresión de la idea. En cambio, el dibujo es clave para crear ideas y desarrollarlas. En la exposición hay una frase de Albert Einstein que dice: ‘Si no lo puedo dibujar es que no lo entiendo', que es muy gráfica en el sentido de definir esta función del dibujo.

—¿Cómo se organiza, la exposición?

—Empezamos enseñando unas piezas de arqueología que no son dibujos, pero que nos ayudan a entender el papel del dibujo, porque vemos que las personas que las hicieron requerían haberlo practicado antes, si no, habría sido imposible que las hubieran hecho. A continuación nos centramos en el dibujo del cuerpo humano, porque el cuerpo se ha convertido en la simbología clave en las culturas: cualquier idea abstracta, nosotros la expresamos a través del cuerpo. Por lo tanto, ocurre un elemento central en el arte, y los artistas tienen que aprender a dominarlo. En este apartado se muestran dibujos de academia. Acto seguido se expone el uso del cuerpo humano como elemento artístico y canon de belleza, con algunas obras de Rebull que valen mucho la pena. Y después entramos en el retrato, donde el dibujo es importante por su inmediatez, permitiendo al artista captar y expresar la psicología del personaje. Más adelante pasamos al momento en que el dibujo se convierte en herramienta indispensable para hacer evolucionar las ideas. Eso lo vemos por ejemplo en dibujos de Fortuny, que son obras preparatorias de otros que han acabado siendo óleos o acuarelas.

—También se muestran cuadernos. ¿Qué valor tienen, estas libretas?

—Las hemos expuesto en lo que llamamos ‘El laboratori de l'artista’, porque los cuadernos son herramientas con que los artistas expresan ideas que, o bien se quedarán muertas en la hoja, o bien acabarán siendo desarrolladas como piezas artísticas. Por lo tanto, el cuaderno es una herramienta indispensable para ellos, y vemos que lo tratan muy bien o los conservan al cabo de los años.

—Hay un apartado sobre joyas.

—Mostramos diseños de joyas del siglo XVIII. En Reus había el Reial Col·legi d’Argenters (sólo había dos en Cataluña, y el otro estaba en Barcelona). Se pueden ver los ejercicios que hacían los aprendices que querían entrar en el gremio, son diseños de joyas muy parecidas entre sí porque todos hacían el mismo ejercicio.

—También hay obras de Antoni Gaudí. ¿Qué piezas son más destacables?

—Hay varios dibujos, entre los cuales vale la pena poner de relieve el diseño de la vitrina de la Guanteria Comella que hizo para la Exposición Universal de 1888. Cuando el Conde Güell vio la vitrina, se enamoró y quiso conocer al diseñador de aquella maravilla, que no era otro que Gaudí. Así nació una relación que marcó la carrera del arquitecto. Para acabar, la exposición también incluye obras de Fortuny, Ortensi Güell y artistas contemporáneos para los que el dibujo es una herramienta importante.

—Otro propósito de la muestra es acabar con la idea de que el dibujo es una técnica de segundo rango.

—Sí, durante mucho tiempo se lo ha considerado de segundo rango, por detrás de la pintura y de la escultura. Es cierto que, a partir del Renacimiento, el dibujo gana personalidad propia y deja de ser sólo una técnica que ayuda a evolucionar a las ideas del resto de técnicas, siendo de primera línea por sí mismo, pero siempre ha tenido un papel secundario. Eso lo vemos incluso en el mercado del arte, donde los dibujos y las pinturas de un mismo autor tienen precios diferentes. Pero es evidente que el dibujo es un elemento clave, y de hecho hemos complementado la exposición con frases de artistas, escultores, pintores y algún científico que denotan la importancia que el dibujo ha tenido para ellos. Yo pienso que es una herramienta de primer rango a nivel de calidad artística, y por eso le hemos querido dar el tratamiento que se merece.

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