El Banco de los Alimentos duplica las entregas y cerrará del 5 al 31 de agosto

Los Banco de los Alimentos de las Comarcas de Tarragona está duplicando, durante este julio, las cantidades que reparte a las 140 entidades distribuidoras con las cuales trabaja de manera regular. Lo mismo están haciendo algunas de estas entidades, a su vez, con las 25.000 personas en que, por término medio, el Banco de los Alimentos da mensualmente ayuda. El incremento en el volumen de comida que se entrega a las familias tiene la finalidad de «generar despensa» en los hogares de cara al paro de la actividad del Banco, que permanecerá cerrado por vacaciones entre el 5 y el 31 de agosto.

Durante cuatro semanas, casi un mes entero, no se entregará género. Desde el Banco de los Alimentos de las Comarcas de Tarragona explican que «antiguamente, no cerrábamos en verano. Pero los voluntarios siempre somos los mismos y llega un momento que, como cualquier persona, tenemos que «descansar». Por eso, «el mes de julio, lo que hacemos es prácticamente duplicar las cantidades que entregamos para que las entidades acumulen». En el Banco apuntan que, lógicamente, «el voluntario, a pesar de tener voluntad, también necesita descansar» y «hace un par de años que cerramos en agosto porque, prácticamente, vemos obligados». Muchos de los aprestos detienen la actividad coincidiendo con estas fechas y «mantenernos nosotros abiertos y mantener toda la infraestructura en marcha, cuesta un poco».

Sólo para gestionar el almacén del Banco de los Alimentos, «es necesario un mínimo de entre 8 y 10 personas. Si no, no funciona». En el global de la fundación en las comarcas de Tarragona colaboran en torno a unas 34 personas que garantizan el suministro de alimentos cerca de 25.000 en el mes. Recientemente, el Banco hizo un llamamiento a la ciudadanía para incrementar la cifra de voluntarios y «sí que ha habido respuesta, muy positiva sobre todo por parte de la juventud, pero probablemente no ha sido la respuesta masiva que esperábamos. Nos hemos quedado en un 50%». «Ya se han incorporado algunos pero había gente que sólo podía venir en julio. Si han entrado 10, sólo 3 se quedarán como fijas. Somos unos 34 voluntarios y, en estos momentos, en días alternos, trabajamos en torno a 42 o 44 personas. Sin embargo, después del verano nos volveremos a quedar unos 37», apuntan desde el Banco.

Una pausa programada

La situación resulta delicada si es tiene en cuenta que, en septiembre, «al volver, ya prácticamente nos ponemos la Gran Provisión. Entonces, como no cogemos fuerzas, cada año nos hacemos un poco más mayores|grandes y la energía ya no es la misma». En estas cuatro semanas, «el alimento que repartimos se puede almacenar sin problemas para que a las entidades –15 de ellas en Reus- o personas que los reciban les aguante durante todo el tiempo, y por eso repartamos más». Con respecto a la comida fresca, «hay programas como el de recuperación de alimentos de Reus que, en este caso, no se detienen». La programación que ha hecho el Banco de los Alimentos durante julio garantiza que nadie se quedará sin comida.

Desde el Banco insisten en el llamamiento a voluntarios y precisan que «todo el mundo que quiera echar una mano es bien recibido pero con una continuidad y un día fijo. Necesitamos que, como mínimo, puedan venir de las 9 en las 12 como mínimo. Se puede escoger el día, pero nos hace falta mucho que haya una continuidad. Dos manos son de agradecer, pero con coordinación».